Blonde (Rubia) era una de las películas más esperadas del año. Una adaptación de la novela de Joyce Carol Oates, nominada al premio Pulitzer, y que cuenta una versión ficcionalizada de la vida de la actriz Marilyn Monroe y su aún no aclarada muerte, una de las grandes tragedias de Hollywood.
La elegida para interpretar a Marilyn fue Ana de Armas, la actriz cubana que saltó a la fama con roles memorables en Blade Runner 2049 y Entre Navajas y Secretos (Knives Out). El director es Andrew Dominik, un australiano que filma poco, pero cuando lo hace produce joyas de culto como Chopper (2001), The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford (2007) y Killing Them Softly (2012).
Dominik lleva años tratando de hacer realidad este proyecto. Después de una década logró que Netflix la financiara, y finalmente Blonde se filmó en los últimos meses de 2019. Dominik pasó gran parte del año pasado editándola. El estreno estaba programado para principios de 2021 y era una de las grandes apuestas del servicio de streaming para esos premios Oscar que siempre se le escapan.
Pero algo pasó en el medio. Blonde no tenía fecha de estreno. El director del festival de Cannes reveló en junio que vio la película y que propuso a Netflix presentarla fuera de competencia (ya que el canal no acepta estrenos que no sean cinematográficos). Netflix se negó, algo que parecía raro ya que el Festival garantiza un alto perfil para cualquier estreno.
La película está terminada hace rato. Oates, autora de la novela original, está fascinada con lo que vio, y dijo en Twitter que es “brillante, incómoda y, lo que más me sorprendió, una adaptación verdaderamente ‘feminista’. No creo que un director hombre haya logrado algo así antes.” La actriz Jamie Lee Curtis (hija de Tony Curtis, que actuó con Marilyn en Una Eva y Dos Adanes) también la vio y dijo simplemente: “Ana ya no estaba ahí. Era Marilyn”.
La semana pasada Netflix anunció que la película pasa a 2022, sin una fecha definida. El medio especializado Variety remarcó que podía tener que ver con la dificultad de competir contra otras posibles candidatas a premios del mismo servicio, y que quizás el poco diálogo que hay en Blonde (algo confirmado por el mismo Dominik) podía ser un problema.
Anoche complicó las cosas una actualización de la cuenta de Twitter Ana de Armas Updates. Y aunque en general estos informes se deben tomar con pinzas, esta cuenta ha tenido actualizaciones confiables que hacen sospechar que la persona que la actualiza tiene fuentes relacionadas con la misma actriz.
La cuenta habla de que “gente de la industria” dice que el problema de Netflix es con las escenas de sexo de la película («están absolutamente horrorizados»), que la cuenta describe como brutales y cruentas (incluyendo una escena de abuso detallada en la novela). La cuenta dice que Netflix quiere editar esas escenas y el director se niega. Un problema que explicaría la resistencia del servicio a estrenar la película.
Por lo pronto, la carrera de Ana de Armas sigue en ascenso. En octubre será parte de Sin Tiempo Para Morir, la nueva película de James Bond, mientras que en enero del próximo año se estrena Deep Water, la película que la actriz filmó con Ben Affleck y que representa el regreso de Adrian Lyne (Atracción Fatal) detrás de cámaras, luego de 20 años.
No es la primera vez que Netflix busca el Oscar recurriendo al Hollywood clásico. En La Cosa te contamos todo sobre Mank, la película de David Fincher que cuenta la historia detrás de Citizen Kane. La conseguís haciendo click acá y nos ayudás a seguir muchos años más junto a vos.