Se termina el 2022, que nos dejó con mucho de que hablar, tanto en el cine como en la TV. Algunas grandes producciones que sorprendieron por su éxito, y otras que no tanto. Y es de estas últimas de las que vamos a hablar, repasando los fracasos taquilleros del año que se va:
Black Adam
A pesar de contar con uno de los actores más recaudadores del Hollywood como protagonista, lo último de DC no cumplió con las expectativas. En medio del caos por los cambios en Warner Discovery, la película estelarizada por Dwayne Johnson alcanzó unos 391 millones de dólares, contra los 200 millones que costó.
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Don’t Worry Darling
Con Florence Pugh y Harry Styles al frente, y luego de la buena impresión que dejó Olivia Wilde en su debut como directora con La Noche de las Nerds (Booksmart, 2019), los ojos estaban puestos en el estreno de Don’t Worry Darling. Sin embargo, mientras se acercaba el debut, los escándalos alrededor del film se volvieron más fuertes que su propia historia, y terminaron por sepultar un proyecto que se quedó a medio camino en todos los aspectos, a pesar de alcanzar los 86 millones de dólares en la taquilla.
Amsterdam
Otra que fue superada por sus escándalos. Ni Margot Robbie, Christian Bale, John David Washington, Ramy Malek, Anya Taylor-Joy, Robert De Niro o la propia Taylor Swift, lograron tapar los conflictos alrededor del director David O’Russell, que provocaron una recaudación de tan solo 18 millones contra los 80 que costó.
Morbius
Otro fracaso comiquero. A pesar de haber logrado muy buenos números con la primera entrega de Venom, parece que el universo de Spider-Man de Sony (más allá de sus colaboraciones con Marvel Studios que funcionan increíblemente) no da pie con bola y Morbius es el claro ejemplo de esto. El film protagonizado por Jared Leto tuvo un debut pésimo llegando a 160 millones, que lograron doblar el costo, y logró levantar el número gracias a su reestreno tras una campaña de consumo irónico en la redes.
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Otra que parece no encontrar su rumbo es la nueva saga del mundo de Harry Potter. Luego de que la segunda parte no rindiera, Warner tenía todas las fichas puestas en la tercera, esperando que sus números le permitieran continuar contando la historia. Desafortunadamente, alcanzó apenas los 405 millones de dólares, con un presupuesto de 200, que no contempla los gastos de promoción. Tal fue el fracaso, que la nueva directiva decidió cancelar la saga.
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