A días de que Netflix realizara su cambio de CEOs y arremetiera con nuevas estrategias para el futuro de la compañía, los fans de Warrior Nun contraatacan ante los dichos de la plataforma que afirmaron que “ningún show exitoso fue cancelado jamás”.
Warrior Nun es una de las tantas víctimas de la crisis del streaming, que tienen a la N roja y otros servicios cancelando proyectos, incluso cuando muchos estaban terminados. Los casos más escandalosos fueron los de HBO Max como Batgirl, película que ya se encontraba finalizando su post-producción o Westworld, que a pesar de su gran popularidad e increíble recepción, fue cancelada con el presupuesto aprobado para su temporada final y vendida a otro operador tras dejar el catálogo de Warner Discovery.
Volviendo a Netflix, en los últimos días se deshicieron de dos películas que ya estaban listas también, imitando un poco el plan de su competencia, reavivando el enojo de los fanáticos especialmente tras los dichos que ya habían generado controversias:
Nunca hemos cancelado un programa exitoso. Muchos de estos programas tenían buenas intenciones, pero se dirigían a una audiencia muy pequeña con un presupuesto muy grande. La clave es que tienes que poder hablar con una audiencia pequeña con un presupuesto pequeño y una gran audiencia con un gran presupuesto. Si lo haces bien, puedes hacerlo para siempre.
Ted Sarandos a Bloomberg.
EL JUEGO DEL CALAMAR: SIGUEN LOS CONFLICTOS EN EL REALITY
Warrior Nun, el estandarte de una lucha que no se detiene
Luego de plantar un espectacular en Los Ángeles en las narices de las oficinas de Netflix, los fans de la serie creada por Simon Davis Barry redoblan la apuesta y colocan ahora otro cartel en Times Square, dejando claro que no dejarán de lucha por la continuación de la serie, ya sea en la plataforma original o en un nuevo hogar.
La lucha por Warrior Nun no es un fenómeno aislado, es la gota que rebasó el vaso, un repleto de shows protagonizados por mujeres y, en muchos casos, pertenecientes a la comunidad LGBT que han sido olvidados por las plataformas. Motherland: Fort Salem, First Kill, Paper Girls, la todavía no renovada A League of their Own son algunos de los nombres de los últimos meses, pero remontándonos en el tiempo podemos recordar títulos como One Day at a Time, Everything Sucks, I am not Okay with This, y la lista sigue y sigue.
A pesar de que Netflix jamás ha dado un motivo claro por el que muchas de estas series fueron canceladas cuando muchas tenían los números y las críticas de su lado, el panorama no es alentador cuando son tantos los casos de producciones con estas características en comparación con otras que, con historias similares pero personajes masculinos o parejas heterosexuales al frente, han conseguido continuar.
Es claro que, a partir de ahora, Netflix sólo apostará por series de alto presupuesto pero que ya saben tendrán números excepcionales como Stranger Things o Wednesday, o producciones extremadamente económicas que puedan sostener su costo sin generarle un problema a la empresa y sí traerle, al menos, una pequeña ganancia.
HABLAMOS CON SIMON BARRY, EL CREADOR DE WARRIOR NUN
La realidad es que la crisis actual del streaming no beneficia a estos shows que parecieran tener públicos específicos, más que nada si, al momento de elegir, las compañías parecen inclinar la balanza hacia el otro lado incluso cuando, al final de cuentas, se obtendrían los mismos resultados apostando por A o por B.
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