Mark Waid, responsable de obras maestras del cómic como Kingdom Come, nos contó sobre su proceso creativo, su influencia en personajes décadas después y más.
¿Te gusta hacer este tipo de entrevistas?
Mark Waid: Sí, de hecho sí, porque así es como empecé en los cómics. Empecé trabajando para prensa especializada, entrevistando artistas y guionistas. Así que sé lo difícil que puede ser ese trabajo y también sé cómo dar las respuestas correctas.
¿Qué te hizo pasar de eso a escribir cómics?
MW: Siempre quise estar en los cómics. No quería necesariamente ser un guionista, no creía que era lo suficientemente bueno para eso, pero sí para ser un editor. Mi trabajo en prensa llamó la atención en DC, que me hizo editor. Hice eso por un par de años, pero no me gustaba estar en una oficina, prefería ser freelance. Trabajando con los guionistas aprendí mucho sobre escritura y me sirvió cuando empecé a trabajar por mi cuenta. Nunca más tuve que buscar trabajo, tuve mucha suerte.
¿Sabías que tus contribuciones a personajes como Flash iban a ser tan importantes décadas después?
MW: ¡No, no tenía idea! Porque las vas haciendo mientras vas escribiendo. Por lo general, no tengo un gran plan de cómo va a ser todo, solamente me siento y pienso en lo que me va a sorprender este mes, lo que va a ser divertido escribir. Lo único que cambiaría… Ahora está bien, pero en ese momento me hubiera gustado pensar en un nombre más inteligente que SpeedForce. En ese momento, la gente la comparó mucho con la Fuerza de Star Wars. Creo que ahora ya tiene su propia identidad y la gente no la relaciona tanto.
¿Por qué estás interesado en saber todo sobre todos los personajes?
MW: Soy naturalmente curioso, eso es una parte. Me gusta hacer rompecabezas y juegos de ingenio y hay algo muy interesante en ver todas las piezas de la historia de un personaje encajando juntas. Ver cómo funciona la continuidad entre los 40, 50, 60, ver los personajes que vuelven, etc. Me gusta la construcción de estos mundos, me gusta ver el mundo armándose. Creo que por eso me gusta saber todo sobre estos personajes.
Hubo una era de los cómics de superhéroes en donde todo era oscuro y terrible, pero tu trabajo siempre es lo opuesto a eso. ¿Por qué?
MW: Porque creo que el cinismo es una cosa terrible. No solamente en los cómics, creo que ser cínico es venenoso, que no contribuye a la humanidad con nada, no mejora la vida de nadie, no mejora al mundo. Podés ser escéptico. Eso es más «quiero creer, pero tengo que estar convencido», pero ser cínico es decir: «No creo en el bien, no creo en la esperanza». Necesitamos eso. Creo que es triste que haya gente así. No puedo escribir eso. Creo que hay lugar para todo en los cómics. Hay lugar para héroes cínicos, si querés escribirlos, pero yo no puedo. No creo que los héroes estén acá para eso. Siempre que intentan ponerle reglas a los héroes y limitar lo que pueden hacer, no me interesa, porque los superhéroes no tienen reglas. La primera vez que vimos un superhéroe fue Superman, que estaba levantando un auto sobre su cabeza y estrellándolo contra una montaña, lo cual es imposible. Superman fue creado para hacer cosas imposibles y todos los otros superhéroes fueron creados para hacer cosas ideales y maravillosas que nos encantaría hacer, pero no podemos. Si podés contar buenas historias siendo oscuro y cínico, te felicito, pero yo no puedo usarlo en mi vida, ficcional o no.
¿Hay algo en particular que busques en los personajes que escribís?
MW: Busco eso, lo que tienen dentro, lo que los hace hacer lo que hacen. No me alcanza con decir «es bueno porque combate el crimen». Daredevil es un buen ejemplo. Honestamente creo que la razón por la que Matt Murdock es abogado es porque, cuando tenía 10 años, le pasó algo muy terriblemente injusto. Y ahora, en cierta medida, quiere asegurarse de que el mundo sea justo para otras personas. Que haya justicia para otra gente, porque para él no la hubo cuando era chico.
¿Le dirías que no a un personaje si no encontrás ese propósito?
MW: Si, y creo que le dije que no a algunos personajes. Algunos son personajes geniales. Si me dieran Wonder Woman, no sabría qué hacer con Wonder Woman, lo vengo diciendo desde hace 25 años. No sabía qué hacer con ella en Kingdom Come, pero nos salió bien (risas). O Thor, por ejemplo. Entiendo a Thor, pero la mitología no es lo mío, yo soy más científico. Algunos suelen reducir todo a lo mínimo. Los X-Men tratan sobre prejuicios, Spider-Man nos habla sobre responsabilidad, Thor es sobre un tipo que no puede complacer a su padre, sin importar qué haga, y eso es algo con lo que todos nos podemos identificar. Si pudiera encontrar eso en Thor, lo haría, pero no me interesa.