El director Francis Ford Coppola (El Padrino, Apocalypse Now, La Ley de la Calle) tiene 82 años. No filma desde hace una década, luego del fracaso de su fantasía onírica Twixt (2011). Pero hoy está dispuesto a gastar la fortuna que acumuló en toda su vida para filmar su último gran proyecto: la película de ciencia ficción Megalópolis.
Coppola está reuniendo hace meses un elenco que tiene nombres históricos de Hollywood (Jon Voight, James Caan, Forest Whitaker, Jessica Lange) y algunos de los actores más cotizados del presente (Oscar Isaac, Zendaya, Cate Blanchett).
Megalópolis es la historia de un arquitecto (el personaje de Oscar Isaac) que sueña con una ciudad utópica, y Coppola la llama “una épica romana para la era moderna”, haciendo referencia a clásicos como Ben Hur (1959) y Espartaco (1960). Es una adaptación de la conjura de Catilina, un hecho histórico que enfrentó a senadores romanos en el 63 A.C., al punto de que la New York futurista de la película se llamará “Nueva Roma”.
El director estuvo a punto de filmar su película en varias ocasiones. Nunca más cerca que en 2001, cuando había contratado a Russell Crowe, Nicolas Cage y Robert De Niro para los papeles principales. Pero los atentados terroristas del 11 de septiembre de ese año pusieron un freno a este proyecto tan neoyorquino.
Coppola cree fervientemente en el proyecto: “Creo que es algo distinto a las películas que se hacen hoy, porque comunica el mensaje de que es hora de considerar que la sociedad en la que vivimos no es la única alternativa. Una utopía no es un lugar real, sino una discusión entre personas que se hacen las preguntas correctas. Esa es la influencia que quiero dejar a la gente más joven, y la razón por la que estoy dispuesto a poner mi propio dinero”.
La fortuna de Coppola, por supuesto, tiene poco que ver con el cine. Coppola tuvo notoria mala suerte comercial después de sus primeras películas, y su estudio American Zoetrope quebró luego del estreno de Corazonada (One From the Heart) en 1982. Pero en 1975, con las ganancias de las dos primeras “Padrino”, Coppola había fundado la bodega Francis Ford Coppola Winery, que empezó como un emprendimiento familiar y se volvió un negocio millonario a lo largo de las décadas.
En junio de este año, el director vendió su marca a la empresa Delicato Family Wines (famosa por sus vinos en cartón, pero no profundizaremos en ese sacrilegio) y aunque el monto total de la transacción no se hizo público, los expertos consideran que supera por mucho el costo de la película.
El director está acelerando los contratos con los actores y negociando inversiones externas para alcanzar los 120 millones que considera que costará. Sería la película norteamericana de producción independiente más cara de la historia, un título que hoy ostenta Midway (2019), de Roland Emmerich, que costó alrededor de 76.
Coppola tiene el plan de filmar cerca de septiembre de 2022, cuando ya tendrá 83 años. Algo que no parece ser un obstáculo para el director… y no debería serlo, considerando que sus contemporáneos de la década del setenta Martin Scorsese (78), Peter Bogdanovich (81) y Roman Polanski (88) siguen filmando. Hasta Clint Eastwood, con 91, está a punto de estrenar su nueva película.
“Soy el mismo que hace 20 o 40 años”, dice Coppola, “todavía estoy dispuesto a cumplir mi sueño, aún de mi propio bolsillo. Si tengo que poner 100 millones, lo voy a hacer. No quiero, pero si no queda otra, lo hago”.
FUENTE: Deadline
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