¿Qué está pasando en Warner Bros. Discovery?
En 1918, los hermanos Harry, Albert, Sam y Jack Warner decidieron fundar su propio estudio cinematográfico y arrancar con la producción de películas. Cinco años después, la empresa familiar se oficializó con el nombre de Warner Bros. Pictures, una de las ‘majors’ más poderosas de Hollywood, que acaba de cumplir sus primeros cien años de existencia.
Si vieron los cuatro episodios del documental 100 Años de Warner Bros. (100 Years of Warner Bros., 2023), se pueden dar una idea de la importancia de la compañía y su impacto en la historia del séptimo arte. Pero también quedan en claro los conflictos que le tocó atravesar para mantener su identidad y las cámaras rodando.
Lamentablemente, el cuarto capítulo de esta serie (“Wizarding World & the Big Bang”) es tan tumultuoso como las últimas décadas del estudio, que desde 2018 viene cambiando de manos y directivos, más preocupados por los negocios que por la calidad de sus contenidos y el bienestar de sus colaboradores.
La adquisición de Time Warner (y por ende WB) por parte de AT&T fue el primer paso hacia la debacle financiera, una compra que terminó “perjudicando” al gigante de las telecomunicaciones, que no dudó en cerrar puestos de trabajo y explotar a más no poder las propiedades intelectuales de la compañía.
Bajo el paraguas de WarnerMedia –uno de los conglomerados de medios más grandes del momento– se eliminó definitivamente la marca Turner (aunque todavía sobrevivía Turner Classic Movies), se creó HBO Max (ahora simplemente Max) y se despidió a más de 800 empleados, unos 600 de Warner. Bros.
La pandemia le propició otro fuerte golpe al estudio, obligando a AT&T a favorecer a su nueva plataforma de streaming, dañando la experiencia cinematográfica al plantear los estrenos simultáneos en salas y el on demand durante 2021.
Esta medida de fuerza fue un tiro por la culta para el estudio, quien no solo perdió millones de dólares en la taquilla, sino a muchos de sus colaboradores más frecuentes, como la partida de Christopher Nolan. Los números rojos llevaron a la fusión de WarnerMedia y Discovery Inc., dando inicio a una nueva era: la de Warner Bros. Discovery.
Un presente complicado
En medio de tanta turbulencia, la dirección de los legendarios estudios cayó en las manos de Michael De Luca y Pamela Abdy, copresidentes y directores ejecutivos de Warner Bros Film Group; mientras que David Zaslav se puso a la cabeza del conglomerado, supervisando cada rama de WBD.
La dupla parece estar comprometida en encauzar el barco después de la fusión, priorizando a los artistas y sus estrenos en salas cinematográficas, pero los números y la recepción del público no los acompañan, sobre todo después de los fracasos de ¡Shazam! La Furia de los Dioses (Shazam! Fury of the Gods, 2023) y Flash (The Flash, 2023), que arrancó por debajo de las expectativas.
El verano boreal recién comienza y WBD tiene varios ases bajo la manga. Barbie, Dune: Part Two, Wonka, Aquaman and the Lost Kingdom y El Color Púrpura (The Color Purple) pueden revertir este oscuro panorama, aunque los dramas detrás de bambalinas muestran otra cara para la compañía y sus propiedades intelectuales más celebradas.
Los rumores en los pasillos de la industria dicen que el conglomerado debe hacerle frente a una deuda de $49.500 millones de dólares. La respuesta de Zaslav para aplacar esta crisis –aunque todavía no está confirmado– es licenciar algunos de los grandes éxitos de HBO para que lleguen al catálogo de Netflix; vender gran parte de los activos de su catálogo musical por aproximadamente $500 millones y, por supuesto, más despidos y bajas, como la eliminación de TCM, el canal de cable favorito de los cinéfilos.
Es mucho para asimilar (y entender), así que vayamos por partes. En medio de la huelga de guionistas, que entre sus demandas exigen la participación por retransmisión en las plataformas digitales, WBD pretende ‘vender’ algunos de los títulos de la biblioteca de HBO, nada menos que a Netflix, su rival más directo.
Si esta maniobra se confirma, series como Insecure y Band of Brothers podrán verse en la N roja, aunque no de manera exclusiva; una maniobra 100% financiera no muy bien vista por los veteranos del canal premium.
La estrategia no es nueva. Muchas series de HBO fueron sindicalizadas en el pasado y tras la cancelación de Westworld en 2022, además de removerla de la plataforma por cuestiones tributarias, WBD abrió el camino para que aterrice en otros sistemas de transmisión gratuita como Roku y Tubi (en los Estados Unidos).
¿Qué pasa con los clásicos musicales? Otro de los rumores que revolotean alrededor del mandato de Zaslav es la posibilidad de vender “algo menos de la mitad” del catálogo musical del cine y la TV, bandas sonoras como las de Purple Rain, Evita, Sweeney Todd, Rent, varias películas de Batman y hasta el icónico “As Time Goes By” de Casablanca, a Sony o Universal. Todo esto hay que tomarlo con pinzas, pero si se materializa, sería un duro golpe para el legado cultural del estudio.
Salvemos a TCM
Turner Classic Movies (TCM) es, por definición, el canal de cable estadounidense especializado en películas clásicas hollywoodenses, desde la época del cine mudo. El archivo y la versión latinoamericana dista un poco del original, pero igual es una gran fuente de cintas y series desde la década del treinta hasta los años 2000.
a reestructuración de WBD podría acabar con TCM (la mayoría de sus colaboradores fueron despedidos a comienzos de esta semana), una decisión que despertó la indignación de la industria y directores como Steven Spielberg, Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson, decididos a defender este nicho del séptimo arte.
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“Turner Classic Movies siempre fue más que un canal. Es verdaderamente un recurso precioso del cine, abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana. Y aunque nunca fue un gigante financiero, siempre ha tenido cierta rentabilidad desde su creación.
A principios de esta semana, David Zaslav, director ejecutivo de Warner Bros. Discovery, se puso en contacto para hablar sobre la reestructuración de TCM. Entendemos las presiones y realidades de una corporación tan grande como WBD, de la cual TCM es una parte móvil.
Pasamos tiempo hablando con David, juntos y por separado, y está claro que TCM y el cine clásico son muy importantes para él. Nuestro objetivo principal es garantizar que la programación siga intacta y protegida. Nos sentimos alentados por las conversaciones que tuvimos hasta ahora, y estamos comprometidos a trabajar juntos para garantizar la continuación de esta piedra angular cultural que todos atesoramos”, declararon en un comunicado conjunto, esperando poder revertir la situación que atraviesa la emisora.
Como siempre, el tiempo dirá qué le depara el futuro a Warner Bros. Esta no es su primera crisis, y ninguna de las maniobras financieras que se lleven a cabo para aplacar los costos, puede borrar cien años de historia y relatos fundamentales para el legado cinematográfico.
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