Los resultados en la taquilla son el síntoma más visible del éxito de una película. Las recaudaciones en Hollywood, todo USA y a nivel mundial –sobre todo del primer fin de semana de estreno– marcan el ritmo de muchas producciones que necesitan de esa tracción, no solo para recuperar su inversión, sino para garantizar las posibles secuelas y la expansión de universos. Desde hace tiempo, en esta batalla por el primer puesto, las pantallas premium o PLF (premium large format) juegan un papel fundamental al momento de atraer a un público más dispuesto a pagar un valor mayor de su entrada por la mejor experiencia cinematográfica.
Tras la crisis provocada por la pandemia, los estudios y exhibidores luchan por cautivar a los espectadores de todas las edades y recuperar los números de concurrencia que la industria ostentaba en 2019. Este año, y gracias a varios éxitos de verano como Spider-Man: A Través del Spider-Verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse), Barbie y Oppenheimer, la taquilla parece más saludable, pero no hay que dejar de lado una variable que, en muchos casos, hace la diferencia.
Las pantallas premium (IMAX, Dolby, XD, etc.) suman espectadores y muchos más ingresos, gracias a sus precios exorbitantes. Los estudios se suelen apresurar para acordar con los dueños de las salas y lograr la exclusividad de exhibición a lo largo de varias semanas, limitando –en el proceso– las posibilidades de la competencia. No es un juego sucio, sino parte del negocio, que beneficia mayoritariamente a las “películas evento”… aunque las producciones independientes también han sacado su pequeña ventaja.
De esto, por ejemplo, se derivó el ‘enojo’ de Tom Cruise cuando tuvo que cederle a Oppenheimer todas las pantallas IMAX tras los primeros diez días de exhibición de Misión Imposible: Sentencia Mortal – Parte 1 (Mission: Impossible—Dead Reckoning Part One). La película de Christopher Nolan (filmada en 15/70mm) ya tenía ese privilegio garantizado, y muchos creyeron (incluso el propio Tom) que la secuela aventurera iba a poder recuperar muchas de esas salas gigantes después de las tres semanas exclusivas de rigor.
Un fenómeno que nadie esperaba
Lo dijimos varias veces: Barbenheimer superó todas las expectativas, empujando las ganancias de ambas películas, las cuales siguen firmes en el top 5 de los rankings cinematográficos alrededor del mundo a 40 días de su lanzamiento. Barbie ya superó los $1.340 millones a nivel global y Oppenheimer lleva acumulados más de $778 millones, de los cuales, $154.5 pertenecen a ingresos de pantallas IMAX y formatos especiales como el anamórfico 70mm y 35mm, tan queridos (y defendidos) por el realizador.
Con semejante número acumulado –y seguirá creciendo tras su estreno en China este 30 de agosto–, la biopic de Nolan se coló en el top 5 histórico de las películas más recaudadoras en IMAX, por detrás de Avatar (2009), Avatar: El Camino del Agua (Avatar: The Way of Water, 2022), Star Wars: El Despertar de la Fuerza (Star Wars: Episode VII – The Force Awakens, 2015) y Avengers: Endgame (2019). Si miramos solo el ranking de Estados Unidos, con más de $84 millones acumulados, Oppie se acomoda en el cuarto lugar después de los Na’vi y los Jedi.
Con funciones agotadas con meses de anticipación, IMAX no quiso dejar pasar el furor y, en vez de ceder sus pantallas a M:I, decidió acceder a la demanda del público estirando la exclusividad de Oppenheimer hasta el estreno de Blue Beetle, dos semanas atrás. Hasta el día de hoy, el drama histórico sigue compartiendo pantallas con el superhéroe de DC y el lanzamiento de Gran Turismo: De Jugador a Corredor (Gran Turismo), y ya extendió su permanencia hasta bien entrado el mes de septiembre.
Incluso el IMAX Argentina asegura que la venta anticipada de entradas para Oppenheimer fue todo un récord que la sala no vivía desde hace rato. Y a pesar de que muchas otras películas alcanzaron los mismos números (y hasta los superaron), “este estreno sorprendió porque acumuló muchísimas entradas en muy poco tiempo de su corrida… y aún continúa. Oppenheimer superó realmente todas las expectativas”.
Todos en Hollywood quieren su momento IMAX
Los estudios saben que este tipo de fenómeno es casi irrepetible, pero suelen tomar nota de lo importante: Barbie tendrá su semana de fiesta en las pantallas IMAX con escenas post-crédito nunca antes vistas el próximo 22 de septiembre, y Cacería en Venecia (A Haunting in Venice) –la nueva adaptación de Agatha Christie dirigida por Kenneth Branagh– ofrecerá funciones especiales antes de su estreno el 14 de septiembre.
El retraso de Dune: Part Two (2024) –filmada íntegramente con cámaras IMAX digitales– dejó un hueco de cuatro semanas de exclusividad en dichas salas para el mes de noviembre. Esto les da la oportunidad a otros estudios de capitalizar su paso por las PLF, que ahora será aprovechado por el anticipadísimo lanzamiento de Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese, y posiblemente The Marvels, la nueva entrega del MCU.
películas “evento”, superproducciones cargadas de efectos especiales, no son las únicas que se han beneficiado de estas pantallas. Hasta la ganadora del Oscar Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo (Everything Everywhere All at Once, 2022) tuvo su ‘momento IMAX’ y pasó por las salas durante su reestreno en plena temporada de premiaciones, demostrando que el público no duda al momento de pagar un poquito más si la experiencia cinematográfica lo amerita.
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