Para sorpresa de muchos, y en contra de lo que suele sucede en casos similares, Ghostbusters: Afterlife se convirtió en un gran éxito, rindiéndole homenaje a la franquicia y presentando una nueva camada de protagonistas para continuar su legado. 

Por eso, el anuncio de una secuela para esta nueva aventura no fue una sorpresa, y parece que está mucho más cerca de lo que imaginamos, aunque no tanto. O al menos eso nos deja entender Ernie Hudson: “Leí una versión.  Estoy bastante seguro de que se comprometieron a hacer otra. Estoy muy contento con eso, pero también sé que aún es temprano. Jason ha sido increíble, y realmente lo amo y lo aprecio. Estoy muy agradecido de poder trabajar con él. Entonces, estoy emocionado”.

Esta tercera película (que ignora la remake de 2016) se aleja de la New York de las primeras dos historias para mudarse a Sommerville, Oklahoma, un pueblito que parece más Spielberg que Ghostbusters. Callie Spengler es una madre soltera que se muda a la casa que su padre (Egon, el cazafantasmas interpretado por el fallecido Harold Ramis) le dejó de herencia, junto con sus dos hijos: Trevor y Phoebe  Ahí conoce al amable Señor Grooberson, y cuando los chicos descubren el verdadero “legado” de Egon, cosas muy raras empiezan a pasar en el pueblo.

El elenco estaba compuesto por Carrie Coon como Callie, Mckenna Grace como Phoebe, Finn Wolfhard como Trevor y Paul Rudd como el Sr. Grooberson. Junto a ellos estaban las estrellas originales: Bill Murray, Dan Aykroyd, el propio Hudson, Sigourney Weaver y Annie Potts.

Fuente: Cinemablend.

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