El actor Johnny Depp dio una entrevista al diario inglés The Times en la que habla de su nueva película Minamata y da una serie de declaraciones polémicas. Entre ellas, la acusación de que la industria del cine está boicoteando su carrera debido a sus problemas personales de los últimos años.
La imagen del actor se vio afectada por la extensa batalla legal contra su ex esposa Amber Heard, que incluyó acusaciones de violencia doméstica por las dos partes. Depp demandó a un periódico inglés por publicar que era un “golpeador de mujeres”, pero en noviembre del año pasado la justicia inglesa dictaminó que había suficientes evidencias para probar que el diario no estaba mintiendo.
Días después Warner pidió a Depp la renuncia a su proyecto cinematográfico de mayor perfil, la tercera parte de la saga Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos en la que interpretaba al mago Grindelwald. Depp aceptó y fue reemplazado por el danés Mads Mikkelsen.
Desde que se hicieron públicas esas acusaciones la situación de Depp ha sido parte de la discusión acalorada en redes sociales sobre la “cultura de cancelación”. Después del veredicto de la corte inglesa, un grupo de fanáticos del actor organizó una campaña en redes sociales para que Heard sea despedida de Aquaman 2 y el productor de la película, Peter Safran, dejó claro que no van a ceder a ese tipo de presiones.
La discusión sobre Depp no se limita a Twitter. En los últimos días se anunció que el actor recibirá premios a la trayectoria en los festivales de Karlovy Vary (República Checa) y San Sebastián (España). La presidente del ente español CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) declaró estar sorprendida por este último reconocimiento: “Habla muy mal del festival y de su dirección, transmite a la ciudadanía un mensaje terrible: ‘No importa que seas un maltratador si eres un buen actor’«.
El presidente del festival José Luis Rebordinos defendió su decisión en una carta pública: “De acuerdo con los datos probados de los que disponemos, Johnny Depp no ha sido detenido, acusado o condenado por ninguna forma de agresión o violencia contra ninguna mujer.” y termina con “El rechazo a cualquier conducta violenta o de acoso y la presunción de inocencia forman parte y formarán parte de nuestros principios éticos”.
En el medio queda Minamata. La última película de Depp es un alegato ecológico que busca denunciar la codicia corporativa y tuvo críticas relativamente buenas en ocasión de su estreno en el festival de Berlín de febrero de 2020. Pero según Depp, el estudio MGM ha decidido no estrenarla.
En julio, el director Andrew Levitas hizo pública una carta a MGM en la que pide que su película reciba el estreno que se merece, y en su perfil Depp parece más preocupado por este estreno que por su imagen: “algunas películas conmueven a la gente, y Minamata afecta a la gente que pasó algo así… ¿vamos a perder eso por el boicot de Hollywood? ¿por un hombre, un actor en una situación incómoda y desagradable durante años?”
La realidad es que la ruptura de Depp y la industria no fue de un momento para otro. Antes de que se popularice el término “cancelación” la excentricidad de sus años con Heard fue erosionando la imagen de ambos actores. La taquilla reflejó el rechazo de las audiencias masivas con varios fracasos (El Llanero Solitario, Transcendence, Mortdecai, Pacto Criminal, Alicia A Través del Espejo). Y en 2018, un notorio perfil de la revista Rolling Stone expuso aspectos incómodos de su vida personal.
No es una situación fácil ni hay respuestas simples para la caída en desgracia del que hace menos de una década fuese el actor más taquillero del planeta.
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