viernes, noviembre 22, 2024

La Hora del Espanto, un verdadero clásico de culto del cine de horror, cumple 39 años desde su estreno y no podemos evitar celebrarlo.

“Acaban de despedirme porque ya nadie quiere ver asesinos de vampiros. Solo quieren ver a esos locos dementes corriendo por ahí con máscaras de esquí, descuartizando jóvenes vírgenes”, asegura Peter Vincent (Roddy McDowall), anfitrión de La Noche del Terror (Fright Night): un ficticio programa televisivo que le rinde culto a los clásicos de un género, para ese entonces, caído en desgracia, donde los monstruos mitológicos tuvieron que ceder su lugar a los serial killers de la década del setenta y ochenta. Vincent hace clara referencia a Noche de Graduación (Prom Night, 1980), pero también a los Michael Myers y los Jason Vorhees cinematográficos. 

La Hora del Espanto (Fright Night, 1985) no es para nada sutil al momento de homenajear obras clave del horror como Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922), Drácula (Dracula, 1931), Frankenstein (1931) e incluso Abbott y Costello contra Frankenstein (Bud Abbott Lou Costello Meet Frankenstein, 1958); una reacción natural ante el ocaso de estos personajes de antaño revitalizados, primero, por Universal Pictures, y más tarde por la Hammer Productions. 

Mientras escribía el guion de El Joven Héroe (Cloak & Dagger, 1984), Tom Holland se sorprendió al disfrutar de la concepción de una historia centrada en un joven fanático del terror convencido de que su vecino es un vampiro, pero no creyó que la premisa fuera suficiente como para sostener el argumento. La racionalidad se apoderó de él, pero también la pasión por concretar esta idea y, un año después, mientras la compartía con John Byers –jefe del departamento de narrativa de Columbia Pictures–, finalmente encontró la respuesta: “¡Por supuesto, el chico recurriría a Vincent Price!”, el único capaz de apoyar semejante locura. 

La icónica figura de Price y los presentadores locales como John Zacherle, Jerry G. Bishop (Svengoolie) y Cassandra Peterson (Elvira) terminaron de darle forma a este proyecto que se convertiría en el debut cinematográfico de Holland. “En el minuto en que tuve definido a Peter Vincent, tuve definida la historia. Charley Brewster era el motor, pero Peter Vincent era el corazón”, confesó el escritor y director, que logró terminar el primer borrador en apenas tres semanas. Una tarea que le dio muchas satisfacciones y momentos divertidos, por eso la pensó para dirigirla él mismo, después de la decepción que le causó Condenada Sin Salida (Scream for Help, 1984), su guion anterior. 

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Columbia Pictures

Holland tenía la influencia suficiente para que el estudio (Columbia Pictures) apoyara su moción y se arriesgara con ‘el chico nuevo’, sin pensar que tenían un verdadero éxito entre manos. Así, la conjunción de un relato de vampiros con la moraleja de El Pastor Mentiroso pronto empezó a tomar forma, evitando el excesivo uso de efectos especiales –aunque gran parte del presupuesto de nueve millones de dólares se gastó en ese departamento– y a expensas de las buenas interpretaciones. Además, el realizador incluyó su buena cuota de humor, calidez y relaciones, anclando su narración a la realidad y el entorno suburbano para conectar con el espectador moderno. 

El cineasta tuvo el control total a la hora del casting, salvo por la sugerencia de incorporar a Roddy McDowall, después de que Price se negara a seguir aceptando papeles terroríficos. Tampoco hubo interferencias por parte del estudio al momento del rodaje, ya que los ejecutivos estaban demasiado ocupados en transformar a Perfección (Perfect, 1985) en el suceso de la temporada. 

Holland pudo ensayar meticulosamente con su elenco y alentarlos a escribir las biografías de sus personajes para comprender cada una de sus motivaciones, información que tomó en cuenta a la hora de las revisiones del guion. Así se estableció que William Ragsdale (Brewster) no es un héroe convencional, sino ‘el chico de al lado’, y en manos de Chris Sarandon, Jerry Dandrige pudo encontrar su aspecto más humano.

La Hora del Espanto llegó a los cines de Estados Unidos el 2 de agosto de 1985 y terminó recaudando casi 25 millones de dólares a nivel local, convirtiéndose en la segunda película de terror más taquillera del año, después de Pesadilla 2: La Venganza de Freddy (A Nightmare on Elm Street Part 2: Freddy’s Revenge). Cuando le preguntaron su parecer sobre la remake de 2011 –protagonizada por Anton Yelchin (QEPD), Colin Farrell y Toni Collette–, Tom Holland respondió: “Felicitaciones por su profesionalismo, pero se olvidaron el humor y el corazón”.

Trap recibe sus primeras críticas

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Columbia Pictures

¿De qué se trata La Hora del Espanto?

Charley Brewster (William Ragsdale) es el típico adolescente suburbano que quiere concretar con su noviecita Amy (Amanda Bearse) y despreocuparse de cualquier otro asunto. Amante de las películas de terror y del programa televisivo ‘Fright Night’, la imaginación del muchachito empieza a volar cuando conoce a su nuevo vecino, Jerry Dandrige (Chris Sarandon): un misterioso y seductor caballero al que hace responsable de la desaparición y asesinato de varias mujeres, justamente, porque cree que es un chupasangre. 

Por supuesto que nadie le sigue el juego y, ante la negativa de su mamá, sus amigos y las autoridades, decide contactar a Peter Vincent (Roddy McDowall), actor devenido en anfitrión con una gran experiencia en las tradiciones vampíricas. La tarea de Charley es convencer a la cobarde ex estrella para que lo ayude a desenmascarar a este monstruo antes de que se sigan acumulando sus víctimas, incluido él, su amada Amy y cualquiera que ose cruzarse en sus maquiavélicos y hemoglobínicos planes.      

Algunos datos curiosos

Fue idea del propio Sarandon que Jerry comiera manzanas a lo largo de toda la película, como una forma de “limpiar su paladar” después de drenar la sangre de sus víctimas. 

El Ford Mustang 1966 perteneciente a Charley, en realidad, era propiedad de Tom Holland. El auto quedó destruido tras un accidente, una década después.

El set del club nocturno era una antigua ferretería que había sido renovada para la secuencia de Frankie Goes to Hollywood en Doble de Cuerpo (Body Double, 1984).

Debido a sus raíces teatrales, y a las largas horas que pasó en la silla de maquillaje, Sarandon ayudó al equipo en su propia transformación vampírica en más de una ocasión.    

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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.