sábado, diciembre 14, 2024

Celebramos el aniversario ¡Marcianos al Ataque!, una de las más locas e inesperadas películas de Tim Burton.

A mediados de la década del ochenta, el actor, guionista y director de culto Alex Cox quiso llevar a la gran pantalla una historia basada en las figuritas coleccionables Mars Attacks: una serie de ciencia ficción lanzada en 1962, que se adquiría con las golosinas de la compañía Topps. La invasión alienígena –ilustrada por Wallace Wood y Norman Saunders– se volvió muy popular entre los peques de la época, pero causó más de una protesta entre los adultos, debido al contenido sexual y el gore que representaban. Cox quería llevar a cabo una coproducción entre la gente de Orion y Tristar Pictures, para lo cual escribió tres borradores diferentes, pero fue reemplazado por el guionista Martin Amis, incluso antes de que archivaran el proyecto. 

En 1993 Jonathan Gems llegó con sus propias ideas sobre los seres del espacio y se las acercó a su amigo Tim Burton –con el que había trabajado en varios guiones que no se concretaron–, con la intención de que se sume a esta locura. El director no lo pensó dos veces, ya que sería la oportunidad ideal para rendirle homenaje a la obra de Edward D. Wood, Jr. y las cintas de ciencia ficción clase B de los años cincuenta que tanto alimentaron su imaginación: “Crecí con este tipo de películas. Están en mi sangre como en la de mucha gente. Recuerdo las figuritas originales, momentos que se desvanecen y uno nunca sabe si fueron reales o un sueño. Cuando las vi años más tarde, amé su estilo. Me encanta esa cualidad ingenua, la forma de los dibujos, el color y como lucen”. 

A pedido de Burton, Gems completó su primer guion basando la estructura de ¡Marcianos al Ataque! (Mars Attacks!, 1996) en las clásicas películas de desastres encabezadas por grandes actores como Terremoto (Earthquake, 1974) o Infierno en la Torre (The Towering Inferno, 1974). Cuando la gente de Warner Bros. lo leyó, estimó el presupuesto en unos ¡260 millones!, una cifra bastante lejana a los 60 que tenía planeado invertir. Tras varios intentos de ajustar la historia a las demandas del estudio, Gems fue reemplazado por los guionistas Scott Alexander y Larry Karaszewski, pero eventualmente volvió al proyecto y colaboró estrechamente con Burton para llevarlo a buen puerto.

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¡Marcianos al Ataque! Banner 2
WB

Después de doce versiones diferentes, de reducir la cantidad de personajes (de 60 a 23) y minimizar la destrucción del mundo a solo tres ciudades principales, la compañía le dio finalmente luz verde. “Teníamos escenas como la destrucción de Manhattan, la Casa Blanca y el Empire State, pero para WB era demasiado costoso, así que tuvimos que cortar la mayoría”, aclaró el guionista desconsolado.   

El director insistió en que la dirección de arte, la fotografía y el vestuario incorporaran el look sesentoso de los cromos. La idea original era darles vida a los marcianos a través de la técnica de stop-motion, un homenaje al trabajo de Ray Harryhausen: “Quería que los efectos especiales se vieran berretas y los más falsos posibles”, aseguraba Burton por entonces, pero los números seguían sin cuadrar y las primeras pruebas en CGI, creadas por Industrial Light & Magic, terminaron por convencerlo de que las imágenes digitales eran el recurso más apropiado.   

Después de que Warren Beatty y Paul Newman declinaran la oferta de personificar al presidente Dale, el gran Jack Nicholson le aseguró al director que él podría hacerse cargo de todos los personajes; un chiste que le valió la doble interpretación del mandatario y Art Land, a la cabeza de un elenco compuesto por Annette Bening, Pierce Brosnan, Glenn Close, Sylvia Sidney, Danny DeVito, Sarah Jessica Parker, Martin Short, Natalie Portman, Rod Steiger, Michael J. Fox, Jim Brown, Jack Black, Christina Applegate y Tom Jones que, de por sí, deberían haber garantizado el éxito de la película. 

Las críticas encontradas no acompañaron su estreno en épocas festivas (el 13 de diciembre de 1996) y la comedia de Burton se tuvo que conformar con una recaudación mundial de, apenas, 101.4 millones; además del mote de ser un fracaso de taquilla y una de los films más bizarros de su carrera, aunque una sincera oda al cine que amamos, cargada de humor negro y sátira política que, 28 años después, nos sigue fascinando. 

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¿DE QUÉ SE TRATA?

Una flota de platillos voladores se aproxima a la Tierra. El presidente de los Estados Unidos y su equipo de colaboradores están convencidos de que el avanzado nivel tecnológico de los marcianos los convierte en una raza inteligente y pacífica. El encuentro se produce en el desierto de Nevada ante el mundo expectante. La primera nave aterriza y el traductor descifra el mensaje que todos esperaban: “Venimos en son de paz”. 

La algarabía explota por doquier hasta que una paloma atraviesa el firmamento como símbolo de amistad, un hecho que parece alterar a los visitantes, que deciden masacrar a todos en el lugar. Pensando que solo se debe a un malentendido cultural, se reanudan las negociaciones, pero no quedan dudas: los aliens llegaron con la intención de acabar con todo y con todos por puro entretenimiento. Ahora, la salvación del planeta recaerá en un variopinto grupo de héroes inesperados… por llamarlos de alguna manera.

Algunos datos curiosos

  • El vestido de Lisa Marie no tenía cierre ni botones, se lo cosían sobre el cuerpo cada día de rodaje. 
  • El derrumbe de la torre es real, es la demolición de The Landmark filmada por Tim Burton unos años antes. 
  • Tras aparecer en el guion, “ack, ack, ack, ack” se convirtió en la única línea de dialogo marciano. 
  • Le habían dicho que no se podían matar a los personajes de Jack Nicholson en ninguna película… y Tim acabó con ambos. 
  • El sonido que emiten los marcianos se consiguió al poner en reversa la grabación del graznido de un pato.


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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.