Con el estreno de la versión musical de Mean Girls, salieron a la luz detalles del complejo proceso de casting del film original.

Es muy difícil imaginar a actrices diferentes interpretando los papeles principales en la icónica película de comedia adolescente, especialmente porque estrellas como Lindsay Lohan y Rachel McAdams estaban pasando por los mejores momentos de sus carreras cuando el film salió a la luz.

Sin embargo, había otras grandes opciones, especialmente para el papel de la legendaria Regina George. Según el recientemente lanzado libro So Fetch: The Making of Mean Girls, Megan Fox, Vanessa Hudgens y Ashley Tisdale eran opciones para el rol de la plástica líder, pero el director estaba convencido de que McAdams tenía que quedarse con el papel.

¿El problema? Era un poco mayor. Sin embargo, todo cambió cuando hicieron una prueba junto con Lohan, que ya había sido elegida como Cady:

“Algo muy interesante sucedió cuando las dos actrices se unieron. McAdams no sólo decía perfectamente las líneas, sino que también parecía intimidar a Lohan.

Ella era mayor, había ido a la escuela de teatro y recientemente había terminado de filmar un drama para adultos llamado The Notebook”.

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Completando a las Plásticas

Megan Fox pasó por todos los papeles, leyendo para el de Karen, que finalmente iría para Amanda Seyfried. De hecho, la estrella de Mamma Mia! también fue considerada para Regina, pero finalmente se quedó con el de Karen, un gran acierto por el tono cómico que logró darle.

Si bien el desafío más grande era el de elegir a la antagonista principal de la película, la elección de sus secuaces era igual de importante. Una vez más, Ashley Tisdale y Vanessa Hudgens fueron candidatas para Gretchen, al igual que Mary Elizabeth Winstead.

Pero cuando Lacey Chabert, quien finalmente se hizo con el papel, audicionó, no hubo dudas de que debía ser la elegida para acompañar a George y Seyfried:

“Me encantó lo insegura que era [Lacey]. Para mí, lo cómico surgió cuando ella intentaba desesperadamente complacer a todos y encajar sin tener ni idea de su propia identidad”.

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Mean Girls no solo trata sobre las populares

Puede que las plásticas y Cady sean los roles más relevantes a primera vista, pero la película no sería lo mismo sin Janis y Damian, los amigos del personaje de Lohan y quienes la ayudan a infiltrarse en el grupo popular.

Lizzy Caplan tuvo que someterse a un radical cambio de imagen para encajar en la descripción de Janis, pero no hay dudas de que hizo un trabajo maravilloso. Pero no fue fácil quedarse con el papel, ya que tuvo que competir con actrices como America Ferrera y Kat Dennings.

Caplan, de hecho, también fue clave en la elección del mejor amigo de Janis, Damian. Desde el inicio, los productores, director y Tina Fey sabían que Daniel Franzese era el indicado. Sin embargo, cada vez que el actor leía para el personaje, la personalidad que habían encontrado en él para el rol desaparecía.

Esto se debió a que Franzese no había salido del closet, y le costaba trabajo interpretar a alguien tan confiado con su sexualidad:

“Esta fue la primera vez que leí a un personaje gay que pudo vivir todo un año escolar sin sentir que le iban a golpear en la nuca”.

Cuando lo pusieron junto a Caplan a leer para una prueba de química entre ambos, todo logró tomar su lugar. La buena relación entre ambos logró trasladarse a los personajes, y darle a Franzese la confianza que le faltaba.

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