Misión: Imposible 7 llega a los cines y nos preparamos repasando algunas de las sencuencias de acción más increíbles.

Adicto a la adrenalina (y a controlar cada aspecto de sus producciones), no es ningún secreto que a Tom Cruise le gusta realizar sus propias escenas de riesgo… y no duda a la hora de subir la vara en cada nueva entrega de Misión Imposible (Mission: Impossible). Si bien el factor peligro siempre está presente y ante el mínimo error nos quedamos sin protagonista, directores como Brad Bird y Christopher McQuarrie agradecen el poder aprovechar los diferentes ángulos de cámara sin tener que ocultar que se trata de un doble. 

Es verdad que las locuras de Tom le otorgan verosimilitud a la franquicia, pero los grandes estudios no siempre ven con buenos ojos estás proezas que, ante cualquier eventualidad –por ejemplo, el actor se accidentó seis veces durante la filmación de Misión: Imposible – Nación Secreta (Mission: Impossible – Rogue Nation, 2015)– podrían retrasar el rodaje durante semanas y perder millones de dólares en el proceso. Por suerte, el aura de estrella de Cruise y la taquilla compensan, y en su papel de productor también hace lo que se le da la gana. Mucho se habló de las acrobacias de Misión Imposible: Sentencia Mortal – Parte 1 (Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One, 2023), pero ¿cuáles son sus más grandes hazañas dentro de la saga? Al parecer… de imposibles no tienen nada.

• La escalada en Misión: Imposible 2 (Mission: Impossible II, 2000), filmada en Dead Horse Point en Utah, lo tuvo enganchado por cables removidos digitalmente. A pesar de tener dobles, al director John Woo le temblaban las piernas cada vez que lo veía colgado de la roca. Al final del día, Ron Kauk fue el doble utilizado en la escalada y la acrobacia quedó a cargo de Keith Campbell, pero Tom no dudó en hacer todo lo que pudo ante la cámara. 

• Al pasearse por el exterior del Burj Khalifa en Misión Imposible: Protocolo Fantasma (Mission: Impossible – Ghost Protocol, 2011), Tom prescindió de cualquier doble y utilizó solo un arnés para escalar los primeros 518 metros del edificio más alto del mundo. Por las dudas, el equipo de producción rompió varias ventanas para evitar cualquier complicación.

• En Misión Imposible: Nación Secreta (Mission: Impossible – Rogue Nation, 2015) redobló la apuesta del riesgo, primero, al quedar colgado de un Airbus A400M durante el despegue –sin efectos visuales o dobles– y llegó a estar suspendido en el aire a 1.500 metros de altura. Para la misma entrega, se entrenó con buzos profesionales y consiguió aguantar la respiración bajo el agua alrededor de 6 minutos. Dicen que Kate Winslet le robó el récord en Avatar: El Camino del Agua (Avatar: The Way of Water, 2022), cuando se sumergió por 7 minutos y 14 segundos. 
  
• Para el gran salto de Misión: Imposible – Repercusión (Mission: Impossible – Fallout, 2018) se preparó durante todo un año. ¿La proeza? Lanzarse de un avión en movimiento a 25 mil pies de altura. Según el especialista y camarógrafo experto Allan Hewitt, rescatar a una persona en caída libre mientras se practica paracaidismo es muy difícil (por no decir, imposible). “Los instructores de caída libre acelerada necesitan más de mil saltos para  hacerlo bien y alrededor del 70 % de las personas que intentan calificar para el nivel de instructor fallan en el intento. Tom solo tuvo 100 saltos para perfeccionar esto”.

• No queremos spoilear ninguno de los momentos cumbre de Misión Imposible: Sentencia Mortal, pero Tom y Christopher ya se encargaron de adelantar el increíble salto en moto que realizó el actor a través de un rampa, derechito hacia un acantilado, donde debe abrir su paracaídas y evitar estrellarse contra el suelo de North Yorkshire, que hace las veces de los Alpes Suizos. Apenas un pequeño vistazo de lo que promete esta nueva entrega, que ya puede verse en los cines alrededor del mundo.

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