A pesar de que la brecha de los estrenos internacionales es menor que años atrás, incluso las candidatas a los Oscar siguen llegando tarde.

La temporada de premios se hace cada vez más larga, por eso muchos de los títulos sufren de la llamada “fatiga”, que puede mermar sus posibilidades a la hora de alzar la estatuilla dorada. ¿Hay una época del año ideal para estrenar una cinta con potencial ganador? Algunos dirían que en el último cuatrimestre del año, desde el mes de septiembre, cuando arrancan los festivales internacionales, y más llegando a las fiestas, donde el período de vacaciones invernales (en el hemisferio norte) también hace su magia entre el público y los votantes. Al menos, esto solía ser así. 

Como ya dejamos en claro en una nota anterior, es casi una anomalía que una película estrenada en la primera mitad del año –hasta julio, inclusive– se convierta en la gran favorita y ganadora del Oscar, aunque esta parece ser la nueva tendencia de Hollywood, que le apuesta todo a sus estrenos más prematuros. En Hollywood, el ‘momentum’ lo es todo, y este impulso triunfalista se suele ir diluyendo con el correr de los meses, los hallazgos festivaleros y los lanzamientos tardíos, más propensos a permanecer frescos en la memoria de los votantes. ¿O no?

OSCAR 2024 Y SUS MÚLTIPLES NOMINADOS

Las candidatas a los próximos Oscar y su situación particular

De las diez películas nominadas para la 96° edición de los Oscar en la categoría principal, seis son estrenos de la primera mitad del año. Los Asesinos de la Luna,  Anatomía de una Caída y Zona de Interés tuvieron su premier mundial en el último Festival de Cine de Cannes en mayo de 2023; Vidas Pasadas hizo lo propio en el Festival de Cine de Sundance durante enero del año pasado, antes de llegar a las salas de Estados Unidos en junio; y tanto Barbie como Oppenheimer son éxitos del verano boreal que, en el caso de este último, sigue en cartelera para recordarles a todos la hazaña y seguir firme en la contienda. 

Las dos últimas ganadoras de la estatuilla dorada también tuvieron un largo recorrido: CODA (2021) se estrenó en Sundance exactamente un año antes de obtener el galardón y Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo (2022) hizo lo propio desde el South by Southwest en el mes de marzo de 2022. 

Las huelgas de actores y guionistas obligaron a retrasar muchos de los estrenos pautados para brillar en esta temporada de premios. Algunos estudios decidieron cambiar de estrategia y probar suerte en 2024, pero otros apostaron por un lanzamiento tardío en el mes de diciembre, confiando en que sus películas iban a quedar más grabadas en la memoria de los votantes. Pero esto no sucedió. Lamentablemente, títulos como Todos Somos Extraños, El Color Púrpura y The Iron Claw se perdieron en el montón y se quedaron con las manos vacías, a excepción del drama musical, que solo consiguió una nominación para Danielle Brooks como actriz de reparto. 

La ausencia de estas películas entre los candidatos al Oscar puede deberse a dos factores importantes. Por un lado, 2023 fue un gran año para el cine y, al momento de elegir entre unos y otros, estos títulos simplemente se quedaron afuera. Por el otro, la confianza de los estudios al creer que un estreno tardío –y más cercano a la ceremonia del Oscar– podía jugarles a favor, en una temporada cargada de lanzamientos prematuros en busca de recuperar su momentum. No hay fórmulas cuando se trata del hombrecito dorado, pero cómo dice el refrán, “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.

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