Un Mundo Extraño (Strange World, 2022) es el último gran estreno animado de Disney, una aventura familiar que rescata el espíritu más clásico del estudio del ratón –alejado de las princesas y los musicales–, sumando una mirada moderna y un mensaje muy ambientalista. La película dirigida por Don Hall (Raya y el último Dragón) nos transporta, justamente, al extraño mundo del título: un lugar fantástico donde la familia Clade debe dejar sus diferencias de lado por un bien mayor. 

UN MUNDO EXTRAÑO: EL ELENCO Y DIRECTOR NOS HABLAN SOBRE LA NUEVA PELÍCULA ANIMADA DE DISNEY

Para los fans de este tipo de historias cargadas de acción y (muchas veces) simpáticas criaturas, les dejamos otras opciones del estudio que pueden disfrutar –y rememorar–, porque todos somos niños de corazón con ganas de explorar mundos fantásticos.

El Planeta del Tesoro (Treasure Planet, 2002)

Los primeros años de la década del dos mil no fueron generosos con las películas de Disney realizadas en animación tradicional, casi siempre superadas por los éxitos de Pixar y sus avanzadas técnicas por computadora. Igualmente, dos legendarios animadores y realizadores como Ron Clements y John Musker –responsables del renacimiento del estudio con La Sirenita (The Little Mermaid, 1989)– le apostaron a este steampunk basado en “La Isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson, todo un fracaso de taquilla convertido en clásico de culto. Porque todos recordamos al simpático robotito B.E.N., ¿no?

Bernardo y Bianca (The Rescuers, 1977)

Un antes y un después para el estudio, ya que fue la última película animada en contar con la colaboración de Walt Disney, al menos, durante la primera etapa de su desarrollo. La historia –basada en la serie de libros escritos por la inglesa Margery Sharp– nos presenta a estos dos ratoncitos, miembros de la sociedad internacional de rescate, dispuestos a todo para ayudar a la huerfanita Penny y ponerla a salvo de una inescrupulosa banda de cazadores de tesoros. A pesar de su éxito, Bernardo y Bianca casi cayeron en el olvido. Ni siquiera la secuela de 1990 pudo recuperar a los personajes para una nueva generación.

Bolt: Un Perro Fuera de Serie (Bolt, 2008)

Por lejos, una de las mejores aventuras animadas que nos regaló el estudio… cuando empezó a “mimetizarse” con Pixar. La historia se centra en Bolt, un perrito que creció y vivió toda su vida en el set de filmación de la serie que lo tiene como protagonista, siempre al cuidado de su joven dueña Penny. ¿El problema? El pichicho cree que tiene superpoderes y, cuando lo separan de su hogar, solo quiere ponerlos a prueba para derrotar a villanos inexistentes y encontrar la forma de volver sano y salvo a los brazos de Penny. Además, tiene los mejores compañeros de andanzas: una gata callejera y desconfiada llamada Mittens y Rhino, un hámster que no le teme a (casi) nada.

El Caldero Mágico (The Black Cauldron, 1985)

Ahora que la épica fantástica está tan de moda en la TV, vale rescatar esta historia basada –muy libremente– en los primeros volúmenes de Las Crónicas de Prydain de Lloyd Alexander. La aventura tiene como protagonistas al joven Tarón, la princesa Eilonwy, Fflewddur Fflam y una extraña criatura llamada Gurgi, quienes trataran de detener al despiadado Rey del Mal, que no se detendrá ante nada para poner sus manos sobre el Caldero Mágico: un objeto místico capaz de darle el poder para gobernar el mundo. Un film bastante oscuro para los estándares de la compañía que, por aquel entonces, se preocupaba por los números rojos y los fracasos de taquilla. 

La Familia del Futuro (Meet the Robinsons, 2007)

La segunda película de Disney, producida totalmente por computadora, es una comedia de ciencia ficción basada en A Day with Wilbur Robinson de William Joyce. La historia se centra en Lewis, un inventor huérfano de tan solo 12 años desesperado por ser adoptado, y Wilbur Robinson, un joven viajero en el tiempo que llega hasta el año 2037. Ambos deben evitar que el misterioso “hombre del bombín” altere el destino de Lewis y, por ende, todo el futuro. Una gran aventura con paradojas temporales, cuyo éxito moderado se perdió entre el aluvión de tanques en CGI.

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