The Life of Chuck, la nueva adaptación del trabajo de Stephen King a cargo de Mike Flanagan, es descrita como emotiva pero llena de fallas.
Basada en la obra homónima del maestro del horror, la trama se centra en Charles Krantz, un contador común y corriente, quien ve cómo su vida adquiere un significado inesperado cuando el mundo comienza a colapsar. Mientras las estrellas explotan y la tecnología falla, misteriosos anuncios aparecen con el mensaje: “¡Gracias, Chuck, por 39 grandiosos años!”.
A medida que la historia retrocede, se revelan momentos clave de su vida, como su trabajo, su amor por la música y sus luchas personales, en un relato que mezcla realismo y fantasía. Se trata de una exploración conmovedora sobre la huella que cada persona deja en el universo.
El cast es liderado por Tom Hiddleston junto a Benjamin Pajak, Cody Flanagan y Jacob Tremblay, estos últimos como las versiones jóvenes del protagonista. A ellos se unen Mark Hamill, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Taylor Gordon, Mia Sara, Trinity Bliss, Matthew Lillard y Q’orianka Kilcher, entre otros.
TRES GRANDES DECEPCIONES DE 2025
¿QUÉ DICEN LOS QUE YA VIERON THE LIFE OF CHUCK?
“La película busca lo celestial entre las experiencias de sus personajes, pero Flanagan no ve más allá de lo que equivale a un homenaje hagiográfico a King. Es un homenaje emotivo a un titán que no se esfuerza en demostrar que el autor merece ser mencionado al mismo nivel que los demás gigantes mencionados”.
“Es una obra maestra, simple y llanamente. Comencé la conversación aquí con un artículo sobre su magia cinematográfica. Espero que esta reseña destaque lo especial que es. Tendré mucho más que decir sobre esta película a lo largo del año, y también en el futuro, pero es el tipo de trabajo en el que creo que nunca dejaré de pensar. ¿Cuántas películas pueden decir lo mismo? Esta es simplemente especial. Gracias, Chuck”.
“Resulta inevitablemente superficial a pesar, o quizás debido a, todos sus intentos por transmitir conmoción. (Su metraje de casi dos horas resulta demasiado inflado para justificar la relativa brevedad de la historia de King). En lugar de la cita de Walt Whitman, que se repite constantemente, la narración empalagosa y cursi de Nick Offerman durante el segundo acto describe mucho mejor la tesis de la película. Al describir la forma en que el músico callejero toca la batería, afirma que «pensar es el enemigo». Es fácil pensar que, para apreciar la última película de Flanagan, conviene relajar algunas funciones cognitivas”.
“Aborda la muerte y opta por enterrarse en el pasado, un intento fallido de cambiar nuestra perspectiva sobre la vida. (Por si ni la historia ni el uso de una relación de aspecto más estrecha para las secuencias pasadas lo demuestran, un personaje declara en voz alta el propósito de la cronología inversa). Toda proeza técnica, desde Flanagan hasta su sólido elenco, tiene sus límites cuando se pone al servicio de un escapismo superficial y ofensivo. Esta es una visión infantil de una experiencia universal, y todos, desde los involucrados en la producción hasta los espectadores, merecen algo mejor”.
“El aspecto más cautivador es la forma en que profundiza y refleja tantos temas y conceptos presentes tanto en el cine como en la vida real. Narra una historia de ‘amor’ que parece una contrapartida más amable a cómo la idea puede utilizarse en un contexto de terror, como en ‘Nosferatu’ del invierno pasado. Habla de la pérdida como algo trascendental y cotidiano, porque, por supuesto, eso es precisamente la pérdida”.
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