La taquilla ya no es lo que era. Los estrenos de julio y agosto resultaron una decepción tras otra para sus estudios. Jungle Cruise no logró mover la aguja ni con todo el “star power” de The Rock, El Escuadrón Suicida no cumplió las expectativas de Warner, y el único éxito de los últimos días, Free Guy, está lejos de los números que podría haber hecho en la pre-pandemia.

En películas más chicas y apuntadas a un público adulto, la situación es aún peor. Reminiscencia, con Hugh Jackman, recaudó solo dos millones de dólares en más de 3000 salas de los Estados Unidos. Su presupuesto supera los 50 millones, y un fracaso que en otra época hubiese terminado con la carrera de un actor, hoy se considera casi… normal.

Por eso no es raro que se esté hablando de un posible retraso de los estrenos cinematográficos de mayor perfil. Un informe de Chris Lee para el sitio Vulture asegura que Venom 2: Carnage Liberado, que hace poco cambió su fecha de estreno de septiembre a octubre, se pasaría a enero de 2022, ocupando la fecha de estreno de Morbius, otra película del recién bautizado Sony’s Spiderman Universe (SSU).

¿Pero no cambiaron de fecha a Venom hace unos días?

A principios de agosto, Sony movió Venom 2 de septiembre a octubre, pero está claro que la recuperación de la taquilla tomará mucho más tiempo. Y la estrategia comercial también tiene que ver con la relación entre Venom 2 y el MCU.

El rumor cada vez más fuerte es que Spider-Man: Sin Camino a Casa (que se estrena en diciembre) sacará a Peter Parker (Tom Holland) del Universo Marvel, lo que daría a Venom 2 una conexión directa con lo que promete ser el gran éxito de 2021.

Venom necesita ese empuje extra. La primera película (2018) recaudó 200 millones de dólares en Estados Unidos, un número bajo para una película de superhéroes, pero 600 más en el resto del mundo. La vacunación todavía es lenta en varios países del mundo, y arriesgar la taquilla internacional sería ir en contra de la audiencia mundial del personaje.

Venom 2 no es el único tanque que se movería de fecha. Sony también está en tratativas para vender Hotel Transilvania: Transformania, cuarta película de la saga, al servicio de streaming Amazon Prime Video, mientras que MGM decidió que la animación Los Locos Addams 2 vaya en simultáneo a streaming y a servicios de “video on demand”.

El tanque de Marvel Eternals es otra que está en veremos. Disney está esperando el estreno exclusivo en salas de Shang-Chi y La Leyenda de los Diez Anillos (3 de septiembre) para tomar una decisión, pero si el resultado en taquilla no es bueno, las fuentes de Vulture dicen que Disney podría retrasar el estreno en vez de mandarlo directamente a Disney+ para ahorrarse un problema similar al que tienen con Scarlett Johansson.

Las que están firmes en sus fechas son las películas de Warner. En particular la esperadísima Duna (Dune). El estudio ya pagó millones a directores y actores para poder estrenarlas en simultáneo en HBO Max, y la prioridad para Warner, hoy, es su servicio de streaming.

Lo mismo pasa con Top Gun 2: Maverick, que Paramount lanzará en cines en noviembre y pondrá en su servicio Paramount+ en los primeros días de enero. Sin Tiempo para Morir (No Time to Die), la última película de Daniel Craig como James Bond, se quedaría firme en octubre, ya que MGM no quiere volver a hacer la inversión en marketing y confía en una buena taquilla en Inglaterra, donde 007 es casi una religión.

¿Por qué la taquilla está tan baja?

Para empezar, por la pandemia. Las salas de cine están abiertas en todo el mundo con distintos grados de aforo, pero la variante delta ha subido el ritmo de contagios, aún en países con un alto porcentaje de vacunados con dos dosis.

La decisión de Warner y Disney de estrenar muchas de sus películas en simultáneo en salas y streaming también puede afectar los números finales, en especial cuando las películas están apuntadas a una audiencia adulta y por lo tanto más vulnerable al contagio de COVID-19.

Y eso si no tenemos en cuenta la forma en la que la piratería está afectando a los mercados internacionales, un tema de discusión en la reciente CinemaCon. Los estrenos simultáneos de HBO Max en Estados Unidos, por ejemplo, se suben a plataformas piratas en cuestión de horas, mientras que fuera de Norteamérica los usuarios del servicio no pueden ver esas películas en casa, ni siquiera pagando.

El tercer factor es China. En el país que más salas de cine tiene del mundo se recaudan decenas de millones de dólares cada fin de semana, pero pocos de esos ingresos llegan a Estados Unidos. En 2021 solo 13 películas de los grandes estudios fueron aprobadas por los censores del país para ser estrenadas en China. Tanques como Free Guy, El Escuadrón Suicida, o la exitosa secuela de Space Jam no tienen fecha de estreno.

Disney ni siquiera sabe si podrá estrenar Shang-Chi, un producto diseñado con los marvelitas asiáticos en mente, y la explicación puede ir por ahí. La xenofobia experimentada por China y los descendientes de chinos en 2020 por el origen del COVID-19 en ese país hace que la tolerancia a productos extranjeros esté al mínimo. Un verdadero problema considerando que la taquilla china ha sumado a Marvel entre 100 y 500 millones de recaudación por película.

¿Qué va a pasar después?

Es difícil saber si alguna vez regresarán esas películas que recaudaban mil millones de dólares en la taquilla internacional. El proceso de vacunación tomará varios meses más, y después de casi dos años de cuarentenas varias, el espectador tendría que recuperar de a poco el hábito de ir al cine. O no.

Porque en estos dos años no sólo cambió el comportamiento del público, sino el negocio. Los servicios de streaming se convirtieron en el negocio más importante de los estudios y Disney confirmó que la televisión puede sostener el valor cultural de franquicias como Star Wars (con The Mandalorian) y Marvel (con las series del MCU).

En estos dos años también quedó claro que China no necesita del producto norteamericano, y a juzgar por lo que está pasando en tecnología, los conflictos culturales con Estados Unidos son capaces de afectar a cualquier industria. El país que representa el 25% de la recaudación mundial de salas de cine ya no se puede dar por sentado para los grandes estudios.

2022 traerá varios estrenos que buscan salvar la taquilla internacional. El Batman de Robert Pattinson en marzo. Secuelas de los éxitos del MCU Black Panther, Doctor Strange y Capitana Marvel. El regreso de franquicias como Transformers, Misión Imposible, Indiana Jones y Jurassic World a mediados de año. Y finalmente, la carísima Avatar 2 en diciembre.

Si esas películas no llevan público al cine, nada lo va a hacer. Pero si la taquilla de 2022 es tan lúgubre como la de 2021, podemos decir adiós a la era de los grandes tanques, ya que ningún estudio volverá a invertir 200 millones de dólares en una sola película. Con esa plata, mejor hacer una o dos temporaditas de Marvel en Disney+.

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