Existen muy pocos realizadores cuyo estilo –visual y narrativo– es tan reconocible como el de Wes Anderson. Cada una de sus historias cinematográficas nos traslada derechito a un mundo autocontenido sin importar el contexto, ya sea la Europa Oriental de los años treinta, un campamento veraniego en la década del sesenta, la redacción parisina de una revista o un Japón distópico donde los perros son los protagonistas. Todos estos “cuentitos” guardan infinitos elementos en común, producto del sello característico (y la actitud) de su autor, tan retro como hípster, tan imaginativo como ocurrente pero, a su vez, tan conmovedor y humano como lo son sus estrambóticos personajes.
El inminente estreno de su próxima película, la comedia romántica Asteroid City –cuyo estreno en Estados Unidos se espera para el 16 de junio– nos da la excusa perfecta para repasar sus amados fetiches o ‘marca registrada’, un estilo que Jesse Fox Mayshark, autor de Post-Pop Cinema: The Search for Meaning in New American Film (2007), describió como “fabulista”.
ELEMENTAL ENTERNECE CON SU TRAILER COMPLETO
El estilo de Wes Anderson
Todo en perfecto equilibrio
Esa simetría tan característica –y obsesiva– se logra a través de la llamada puesta en escena planimétrica (planimetric staging), donde la cámara se coloca a exactos 90 grados.
Un mundo de colores
Cada una de sus películas se guía por una paleta de colores específica. Tal vez no lo noten a simple vista, pero este muchacho se esfuerza por combinar decenas de tonos.
Figurita repetida
Como muchos realizadores, se acostumbró a trabajar con actores recurrentes. Sepan que no es una película de Wes si no lo ven a Bill Murray en los créditos. ¿La excepción? Asteroid City (2023). ¿Por qué será?
Detallista extremo
Ya sean los escenarios, el vestuario o cada uno de los objetos que aparecen en pantalla, todo tiene un propósito y está construido para que encaje a la perfección en la historia.
Referencias aquí y allá
Nunca van a faltar las sutiles referencias a Peanuts, la creación de Charles Schulz, sobre todo a su adorable y sufrido protagonista: Charlie Brown, más conocido como Carlitos.
Siempre un Coppola en el medio
Roman Coppola, hijo de Francis, es uno de sus coguionistas habituales, al igual que su primito Jason Schwartzman. A ver si adoptan a Owen Wilson para que forme parte de esta gran familia.
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