Otro de los importantes invitados internacionales de la Argentina Comic-Con fue Brian Stelfreeze, quien trabajó por muchos años en Batman y redefinió a Black Panther en 2016 junto con el guionista Ta-Nehisi Coates. Aprovechamos su visita a la Argentina y hablamos de muchas cosas con él.
¿Hubo algún cómic que te llamó la atención y te hizo querer participar de este mundo?
Brian Stelfreeze: Cuando era chico, leí Sword of the Atom de Gil Kane. Eso fue lo que me llamó más la atención en ese momento. Ya siendo adulto, cuando vi lo que Bill Sienkiewicz hizo con New Mutants, la saga de Demon Bear, eso me voló la cabeza. Eso fue lo que, definitivamente, hizo que me quisiera meter en los cómics. Después de leer eso, unos años después, estaba haciendo cómics profesionalmente.
¿Tuviste desafíos complicados entre esa decisión y finalmente llegar a dedicarte a esto?
BS: Creo que tuve varias ventajas, porque era un ilustrador a tiempo completo antes de entrar en los cómics. Ya era mi trabajo dibujar, ya estaba lidiando con directores de arte y ya conocía el negocio del arte. Entrar en los cómics fue un salto relativamente fácil para mí. Además, como tenía ese trabajo en caso de que todo saliera mal, mi actitud era la de hacer las cosas por diversión. Cuanto más lo hacía, más me divertía, así que tenía mucha menos presión que la que alguien que normalmente entra en la industria por primera vez.
¿Te mantuviste en contacto con personajes que hiciste anteriormente?
BS: ¡Sí! Como artista de cómics, y creo que los guionistas se deben sentir igual, es casi como que parimos personajes. Así que es como ver a tu hijo crecer. A veces hacen cosas que te honran, pero otras veces hacen cosas que no entendés. Sigo a Batman desde que hice Batman y ha estado absolutamente increíble, me ha decepcionado y me ha dado alegrías enormes nuevamente una y otra vez. Aunque estamos trabajando para una compañía, te sentís apegado al personaje.
¿Cuánta libertad tenés a la hora de trabajar con un personaje de más de 50 años de historia?
BS: Depende del personaje. Con los más grandes, Superman, Batman, tenés que dejarlos tal y como los encontraste. No podés hacerles grandes cambios. Pero con muchos de los personajes más chicos, de segunda o tercera línea, tienden a estar subdesarrollados de todas maneras, así que podés hacer más cambios. Esos son los personajes con los que más me gusta trabajar. Cuando accedí a hacer Black Panther, en ese momento no era un personaje tan grande, era mucho más chico, así que Marvel nos dejó hacer lo que quisiéramos con él. Lo interesante fue que, incluso cuando salió la película y el personaje explotó, seguimos con la libertad de hacer lo que quisiéramos.
¿Cómo te sentís al compartir un espacio con colegas a los que admirabas cuando empezaste?
BS: Es una de las cosas más fascinantes de los cómics. La industria es lo suficientemente pequeña como para que termines conociendo a aquellas personas de las que sos fan. Conocí y pasé el rato con Gil Kane. Frank Miller vino al estudio una vez. Toda esta gente de la que era un tremendo nerd antes de entrar en este mundo, la terminé conociendo y hasta me hice muy amigo de algunos, como Walt Simonson. Y ahora que mi barba está cada vez más gris y soy uno de los viejos, está bueno porque algunos de los jóvenes artistas vienen y nos dicen que eran fans de nuestros cómics cuando eran chicos. Es muy genial que nos conozcamos. Es posible ser amigo de alguien a quien admirás y creo que muchos artistas son accesibles a sus fans. Lo interesante es que aquellos que trabajan en cómics siguen siendo fans de los cómics. Así que cuando los fans se acercan a hablarnos, somos todos parte del mismo club.