viernes, noviembre 22, 2024

Desde el estreno de El Hombre de Acero (Man of Steel, 2013), DC/WB intentó replicar la fórmula y el éxito del MCU que, para ese entonces, ya había estrenado siete películas y cerrado su primera fase con el suceso de The Avengers – Los Vengadores (The Avengers, 2012). Con el anuncio de Batman vs Superman: El Origen de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, 2016), el Universo Extendido de DC (DCEU) empezaba a tomar forma, cruzando a los dos ídolos comiqueros con la meta puesta en la alineación de la Liga de la Justicia

Hoy, a casi una década del debut de Henry Cavill como Superman, el futuro cinematográfico de la Distinguida Competencia busca reacomodarse bajo la guía de Peter Safran y James Gunn –presidentes recientemente electos para la división DC Studios–, concentrados en conectar las historias y personajes a través de diferentes medios (cine, televisión, videojuegos) para darles cohesión, el verdadero talón de Aquiles de este universo superheroico. 

Más allá de nuestras preferencias, debemos admitir que el fenómeno de Marvel se apuntala gracias a la figura de Kevin Feige, artífice de la mega franquicia interconectada, que podrá tener sus aciertos y desaciertos, pero funciona por el nivel de escalada de su narrativa y una maquinaria bien aceitada que no deja de darles a sus protagonistas el lugar necesario para crecer y desarrollar sus historias personales. Ahí reside la gran diferencia con otros universos que se estrellaron, incluso, antes de despegar (te estamos mirando a vos Dark Universe), o apuraron un plan –más improvisado que proyectado a largo plazo– para no perder el tren. 

Zack Snyder tuvo sus buenas intenciones pero, a la distancia, queda claro que la estrategia elegida por el estudio no fue la correcta. En el camino quedaron demasiados proyectos y realizadores que nunca lograron concretar su visión, aunque algunas historias “individuales” (Mujer Maravilla, Aquaman) demostraron que había un rumbo a seguir cuando el tratamiento (narrativo y visual) se conecta con la esencia de cada personaje. Ni hablar de aquellas películas externas a este universo, verdaderos hits de la taquilla como Guasón (Joker, 2019) y Batman (The Batman, 2022), que ya planean sus secuelas.     

Después del informe de The Hollywood Reporter y las aclaraciones de Gunn sobre el futuro de DC, las cosas no están mucho más claras, pero como bien dice el director y guionista, hay que darles un tiempo para trazar cómo será su nueva estrategia, suponemos, tras el estreno de esas películas que ya están en post-producción como Shazam! Fury of the Gods (2023), The Flash (2023), Blue Beetle (2023) y Aquaman and the Lost Kingdom (2023). El resto es un verdadero misterio que depende de varios factores, donde el principal sigue siendo la fusión de Warner Bros. y Discovery. 

WARNER Y AMAZON LLEGAN A UN ACUERDO POR DC

Los rumores aseguran que Patty Jenkins decidió abandonar Wonder Woman 3 por las diferencias creativas con el estudio, pero esto no significa que Gal Gadot deje de ser nuestra querida princesa amazona. Y esto aplica al resto de los actores y sus personajes. También a directores como James Wan o Andy Muschietti, comprometidos para seguir ideando nuevas aventuras a futuro. 

Se entiende que la paciencia no es una virtud de los fans, mucho menos la tolerancia (del sector más tóxico) hacia los cambios abruptos. Pero la iniciativa de crear un plan a futuro, a cargo de dos personas que pueden combinar el entretenimiento con el negocio, ya es un paso bien dado, aunque eso implique hacer borrón y cuenta nueva de lo ya conocido.  

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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.