martes, noviembre 26, 2024

La plataforma de streaming Netflix está pasando por uno de los mayores conflictos de su historia, en medio de una discusión que gira alrededor de conceptos como la libertad de expresión y el discurso de odio. En la última semana, la plataforma fue acusada de promover la transfobia (discriminación al colectivo transgénero) por ONGs, creativos y miembros de la comunidad LGBT, debido a un reciente especial de stand-up del cómico afroamericano Dave Chappelle.

El martes 5 de octubre Netflix estrenó «The Closer», el último show de Chappelle, en el que el cómico bromea sobre la comunidad trans, y en particular su percepción de que la opresión al colectivo LGBT es tomada con mayor seriedad por los medios norteamericanos que la discriminación histórica a la comunidad afroamericana.

En su monólogo, el cómico bromea sobre los genitales de hombres y mujeres trans, reitera su oposición al concepto de identidad de género, y (haciendo una referencia a situaciones similares con J.K. Rowling) se autodefine como “TERF”, un término que se utiliza para referirse al feminismo radical trans-exclusionista, que no considera a las mujeres trans mujeres “reales”. A pesar de estos comentarios, habla de su respeto por miembros individuales de la comunidad y en especial su amiga la comediante trans Daphne Dorman, que se suicidó en 2019.

Más allá de su contexto, los chistes de Chappelle han sido considerados transfobicos por miembros de la comunidad y organizaciones como GLAAD – la más importante de las ONG dedicadas a monitorear la representación LGBTQ en los medios – y la National Black Justice Coalition, su equivalente enfocado en la opresión específica que afecta a los miembros afroamericanos del colectivo.

Entre los que se manifestaron contra el especial hay empleados trans de Netflix, entre ellos la ingeniera en software Terra Field, que publicó un hilo en Twitter compartido por decenas de miles de personas. El hilo explica que el problema de la comunidad trans no es que el contenido del especial “la ofende”, sino que esas bromas normalizan el odio y por lo tanto ponen en peligro físico, tangible, a sus miembros. El hilo refuerza el punto nombrando a 38 víctimas fatales de la violencia transfóbica en Estados Unidos en 2021. 

A lo largo del fin de semana, las protestas aumentaron de volumen cuando Jaclyn Moore, la showrunner de la comedia Dear White People (cancelada por la plataforma en 2019) declaró que no volverá a trabajar con Netflix hasta que “deje de promocionar y enriquecerse con contenido transfóbico”.

El co CEO de Netflix Ted Sarandos, por su parte, envió un memo a toda la compañía explicando que no va a sacar “The Closer” del servicio. El texto dice: “Varios de ustedes han preguntado dónde trazamos la línea donde empieza el discurso de odio. No permitimos títulos en Netflix que estén diseñados para incitar al odio o la violencia, y no creemos que The Closer cruce esa línea. Sin embargo, reconozco que es difícil distinguir entre comentario editorial y actitudes dañinas, especialmente con la comedia stand-up, que existe para traspasar los límites.”

En el memo, Sarandos se refiere a varias series del servicio que generaron polémica y que nunca se consideró quitar. Habla de 13 Reasons Why (acusada y hasta demandada por romantizar el suicidio), de la película 365 Días (que para algunos espectadores glamoriza la violencia sexual), y la francesa Cuties, acusada de apología a la pedofilia en una campaña organizada a través de redes sociales.

La película erótica polaca de Netflix recibió críticas de colectivos feministas de todo el mundo, incluyendo Argentina.

Y también podría hablar de la argentina El Reino. Su autora Claudia Piñeiro fue acusada de estereotipar a la religión por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, insinuando que la autora tenía un comportamiento “fascista” derivada de su «militancia feminista durante el debate de la ley del aborto«. Piñeyro se mantuvo firme en sus convicciones y Netflix renovó la serie para una segunda temporada.

Pero a diferencia de estas campañas, ni Field, ni Moore, ni las ONG que criticaron el especial piden que Netflix lo dé de baja. El memo de Sarandos también evita hablar de situaciones que tuvieron soluciones menos violentas. Nombra a 13 Reasons Why, y en ese caso el servicio (que conocía las polémicas detrás del libro) había incluído un especial poniendo en contexto el contenido de la ficción, además de sumar un aviso de situaciones intensas al inicio de cada capítulo de la segunda temporada.

Tampoco hace referencia a la serie de sketches Little Britain, que se dio de baja en varios países por humor considerado discriminatorio. La diferencia clave es que los creativos de 13 Reasons Why y Little Britain estuvieron de acuerdo con las decisiones de la empresa, y aunque no hay forma de saber si esa conversación con Chappelle existió, el cómico no tiene interés en responder a las críticas. En un show en el Hollywood Bowl el pasado fin de semana dijo¡Si así se siente estar cancelado, me encanta!

Desde el principio de su carrera, Chappelle se ha posicionado como un provocador, pero en los últimos años ha apuntado su humor a minorías y comunidades en riesgo, en especial en el también polémico especial Sticks & Stones (2019), por el que fue acusado de reírse de las víctimas de abusadores como R. Kelly, además de recibir críticas por discriminar a la comunidad asiática y al colectivo LGBT.

Aún así, Chappelle nunca fue “cancelado” y mantiene el mismo nivel de prestigio de siempre. Netflix renovó su contrato con él en 2019, y el criticado especial ganó el Emmy y el Grammy a mejor especial de comedia. Ceder ante cualquier presión iría contra todo lo que Chappelle representa, además de tener posibles efectos legales. Si se hace algo al respecto del especial, podría costar millones a la plataforma.

Chappelle ganó el Emmy por sus especiales de Netflix de 2019 y 2020, y el Grammy a mejor álbum de comedia en 2018, 2019 y 2020.

La polémica por el especial de Chappelle se volvió más complicada en la tarde del martes. Field, la ingeniera que publicó el hilo en Twitter, fue suspendida junto a dos personas más por, según la empresa, intentar infiltrarse en una reunión por Zoom de los ejecutivos de nivel más alto de la plataforma. Las manifestaciones negativas hacia Netflix por esta decisión fueron inmediatas, y menos de 24 horas después la empresa decidió echarse atrás en la decisión de la suspensión.

El miércoles, el sitio Bloomberg publicó un informe detallado sobre el conflicto, explicando que la incomodidad de los empleados de Netflix con el especial se había manifestado días antes del estreno. Según el informe, Sarandos y la directora global de televisión Bela Bajaria eran conscientes de la potencial lectura y decidieron no modificarlo.

Bela Bajaria, directora de televisión global de Netflix, junto al co-CEO Ted Sarandos.

Sarandos envió un segundo memo a su staff en los últimos días, que se filtró anoche a la prensa, en el que reitera su punto de vista y parece responder directamente al hilo de Field: “Con ‘The Closer’, entendemos que la preocupación no es por contenido ofensivo para algunos, sino por títulos que podrían aumentar la violencia en el mundo real. El año pasado escuchamos similares preocupaciones sobre 365 Días y la violencia contra la mujer. Si bien algunos empleados no están de acuerdo, creemos firmemente que el contenido de la pantalla no se traduce directamente en violencia en el mundo real”.

Field respondió desde su cuenta con un retweet de Em Lazer-Walker, desarrolladora de videojuegos que trabaja en Microsoft y que critica lo que percibe como una contradicción en el discurso de Sarandos, diciendo que no se puede decir que el contenido discriminatorio no tiene impacto en el mundo real a la vez que se exalta… el efecto positivo en el mundo real del contenido inclusivo de la plataforma.

El enfrentamiento va a continuar. Varios empleados trans de Netflix están organizando una huelga para el 20 de octubre, mientras que los ejecutivos han convocado a le activiste de derechos trans Alok Vaid-Menon para un conversatorio.

La discusión alrededor de estos temas va a continuar, los matices son muy difíciles de percibir sin conocer las brechas culturales y sociales de Estados Unidos, y lo mejor que se puede hacer es informarse para tener el contexto más completo posible.

Un buen punto de partida, si sabés inglés, puede ser el editorial de la escritora feminista Roxane Gay en el New York Times. Gay (afroamericana, casada con otra mujer) coincide con varios de los argumentos de Chappelle, pero concluye que el problema del especial es ver a las dos comunidades como exclusivas, sin considerar que sus palabras afectan a la comunidad LGBT afroamericana más que a cualquier otra.

A diferencia de tantas “polémicas” de los medios que parecen diseñadas para el debate, en este caso quizás escuchar (y ver, y leer) sea más valioso que opinar.

Autor: Ignacio Esains.

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Escritora, community manager y entrevistadora. Fan de Superman, team DC, puede hablar a base de frases de Friends o Los Simpson.