El 1 de octubre Netflix sumó a su servicio las nueve temporadas de Seinfeld, considerada por críticos y fanáticos como una de las mejores comedias de situación de todos los tiempos.
Sin embargo, esos mismos entusiastas de la serie expresaron casi de inmediato su indignación con el servicio de streaming, debido a un proceso de conversión a alta definición que modifica la imagen de la serie para hacer que imágenes cuadradas encajen en televisores rectangulares.
Seinfeld se grabó entre 1989 y 1998, años en los que todavía se usaban televisores de rayos catódicos (CRT o “tele de tubo”). Por lo tanto, los 180 capítulos de la serie fueron grabados en la proporción 4:3, la forma casi cuadrada de la mayoría de los televisores del Siglo XX.
Los televisores modernos, de alta definición, replican la proporción 16:9, similar a la de una pantalla de cine. Por esa razón, las imágenes en 4:3 deben ser convertidas a este formato a través de diversas técnicas.
El método más común para convertir 4:3 en 16:9 es agregar barras negras a los costados para completar la imagen. Una decisión visual que parece no aprovechar la imagen completa y resulta molesta para muchos espectadores. La otra solución, que es la que tomó Netflix con Seinfeld, es la de hacer zoom dentro de lo más importante de cada plano, lo que necesariamente requiere que se corten franjas enteras de la serie.
En muchas de estas situaciones, los recortes son imperceptibles, pero varios usuarios de redes sociales marcaron chistes enteros que se pierden por el trabajo de re encuadre.
Por ejemplo, el capítulo 16 de la temporada 8 se llama “El Bache”, y como su título lo indica, la historia principal gira alrededor de un bache en la calle en el que George pierde sus llaves. Pero con el pase a alta definición, el bache queda fuera del cuadro.
Ninguno de los capítulos se vuelve incomprensible (el plano siguiente muestra el bache en pantalla completa), pero en la comedia, el “timing” es todo.
Y aunque este cambio innecesario ya parece preocupante, los críticos van más allá. El reencuadre no solo hace que se pierdan gags, sino que rompe las composiciones visuales originales. Un primer plano que en la versión original mostraba el rostro completo de un personaje, ahora se siente incómodamente cercano.
No es la primera vez que pasa algo así. En 2014 HBO remasterizó The Wire, otra serie considerada entre las mejores de la historia. El formato de las primeras temporadas también es 4:3, y para darle un estilo “cinematográfico” el estudio decidió unilateralmente recortar cada plano para que sea 16:9.
David Simon, creador de la serie, publicó un extenso posteo en su blog personal en el que explica todas las razones por las que estos recortes alteran su visión original. Lamentablemente, los videos que Simon usa como ejemplo fueron bajados de YouTube. En HBO Max, la serie sigue en formato 16:9. No existen copias en alta definición y en formato original.
Pero a veces la indignación funciona. En 2019 Disney inauguró su servicio Disney+ con un amplio catálogo de contenido de sus estudios y de Fox, que incluía todas las temporadas de Los Simpson. Las primeras 20 de esas temporadas (1989-2008) están en formato “cuadrado”, y Disney hizo lo mismo que con Seinfeld, mutilando cientos de capítulos de una serie que esconde gags en cada esquina de la imagen.
La respuesta de los fans fue inmediata, con peticiones en la plataforma Change, hilos furiosos de Twitter y notas que listan todos los chistes y referencias que no se podían ver en esta versión, como este cuarto de Milhouse en el que se recortan los posters del nerd más triste de Springfield.
Disney admitió el error y trabajó durante casi un año para aplicar todas las mejoras de los capítulos remasterizados (colores brillantes y líneas más claras que nunca) a las versiones originales. Hoy ofrecen las dos versiones, en todo el mundo. En nuestra región la serie está disponible en Star+, y al entrar a la opción “detalles” se puede seleccionar la proporción original. Lo mejor de los dos mundos.
En 2019, Netflix pagó más de 500 millones de dólares por los derechos internacionales para emitir Seinfeld entre 2021 y 2026. En los dos años que pasaron, la plataforma invirtió en un proceso de remasterización de los negativos originales de la serie para poder transmitirla en formato 4K (UltraHD). Por eso es que se ve mejor que nunca, aún a pesar de los recortes.
Para ponerse un poco técnicos, Seinfeld no está grabada en cinta de video como varias de las series de los años ‘80 y ‘90, sino que la productora Castle Rock decidió filmarla en celuloide en 35MM, como cualquier película de la época. Por eso es que hoy se ve más clara de lo que recordamos y no particularmente distinta a otras series modernas.
El problema es que el proceso de remasterización es largo y costoso. Si el recorte de la imagen se hizo después de la remasterización y no antes, debería ser simple sumar una versión en 4:3. Si – como es probable – no fue así, el proceso tomará varios meses de trabajo. Está la opción de usar las versiones originales en definición estándar (disponibles en DVD), pero Netflix no suele subir contenido en tan baja calidad.
Lo que Netflix sí ofrece son versiones “alternativas” de su contenido. La cuarta temporada de la comedia Arrested Development, por ejemplo, está disponible en su versión original o como su “remix”, una reedición de capítulos más cortos con historias entrelazadas.
Una opción de “Seinfeld Classic” quizás resultaría confusa, pero puede ser una buena alternativa para los que añoran la versión original. Al fin y al cabo, si invirtieron 500 millones es para que todos estén felices… ¿no?
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