La Playstation 4 continúa trayendo exclusividades mientras gran parte de sus usuarios ya piensa en cómo pagar la Playstation 5. Ghost of Tsushima salió la semana pasada de la mano de los creadores de inFamous para ofrecer una nueva aventura llena de acción.
Los mayores encantos de lo nuevo de Sucker Punch Productions llegan desde la parte visual y estética. El estudio logró capturar todo lo que nos encanta de la historia japonesa en su apartado artístico y los entornos, colores y climas invitan a que probemos el Photo Mode varias veces en las primeras horas de juego.
La historia no maravilla, pero cumple con creces su cometido. Ghost of Tsushima nos lleva a vivir las invasiones de mongoles en Japón y se centra en un personaje que está lejos de ser un experto samurai. Desde muy temprano muestra sus conflictos, su camino, los aliados que lo formaron y justifica a la perfección por qué debemos aprender técnicas y forjar nuevas armas para completar la aventura.
Los otros encantos del juego tienen que ver con cómo se explora el mapa de Tsushima. Lamentablemente, estos elementos ya habían sido revelados antes en un extenso video hace unos meses, pero no deja de ser original y cambiar un poco la norma en este tipo de títulos.
Podremos marcar objetivos y puntos de interés en el mapa y la dirección del viento nos indicará hacia dónde ir. También deberemos estar atentos a diferentes tipos de animales que nos podemos cruzar en el camino para descubrir secretos interesantes. Todo esto tiene justificación en la historia y el trasfondo del personaje, lo que le agrega un sabor único a estos elementos.
Los aspectos negativos de Ghost of Tsushima no son muchos ni tampoco demasiado graves. La experiencia se mantiene entretenida e invita a los jugadores a cambiar un poco las reglas del juego para que la aventura se acomode a sus necesidades, ya sea que prefieran el camino del sigilo o de la fuerza bruta.
El problema es que lo que nos maravilla del viento, las criaturas y el tipo de misiones que hacemos en las primeras horas, puede tornarse repetitivo tiempo después. Así y todo, las habilidades a desbloquear y los elementos que se van adquiriendo con el correr de la historia son variadas y permiten a cada jugador hacer su camino personalizado.
Más allá del tema artístico y estético, los aspectos técnicos de Ghost of Tsushima no son óptimos. No habría ningún problema si no fuera porque hace un mes, The Last of Us Parte 2 nos mostró de lo que es capaz la consola. Está claro que son dos tipos de juegos diferentes, pero cuestiones relacionadas al motor, el control del personaje y los modelos de enemigos dejan un poco que desear en esta historia de samuráis.
De todas maneras, las pequeñas fallas no opacan el resto del título, que intenta capturar la esencia del cine de samuráis y nos da uno de los títulos visualmente más atractivos de este año.
Fans de los samuráis estarán más que satisfechos con Ghost of Tsushima. Por años se esperaba una entrega de Assassin’s Creed ambientada en Japón, pero la experiencia llegó por otro lado y cumplió con lo prometido.