viernes, noviembre 29, 2024

Una nueva entrega de Ghost Recon está entre nosotros gracias a la gente de Ubisoft y, después de jugarlo unas cuantas horas, nos cuesta llegar a una conclusión. ¿Qué tal está Ghost Recon: Breakpoint?

La experiencia que propone el juego es… rara. Si venís de disfrutar del Ghost Recon: Wildlands y creés que esta secuela va a ir por ese lado, tenemos que frenarte ahí. Breakpoint nos ofrece una secuela desde el punto de vista argumental, porque seguiremos con la historia de Nomad y el grupo de soldados que conocimos en la entrega anterior, pero la jugabilidad nos va a cambiar radicalmente cómo encaramos la aventura.

Ghost Recon: Breakpoint se siente como una mezcla de (casi) todos los juegos de Ubisoft. Incluyendo Steep. A medida que avanzamos en la historia principal se nos van desbloqueando cosas que ya vimos funcionando muy bien en franquicias como Assassin’s Creed y Watch Dogs, por ejemplo, pero que no estamos muy seguros de que vayan de la mano con GR.

A diferencia de la entrega anterior, en Breakpoint estaremos solos salvo que juguemos con alguien online. Esto ya nos cambia mucho la manera de encarar cada nueva misión, porque salimos a la acción sin ningún tipo de refuerzos.

Por otro lado, se suman algunos aspectos survival que nos obligan a estar atentos al estado físico de nuestro personaje, su salud, su stamina y demás. Estos elementos, sumados a un árbol de habilidades diagramado de manera muy interesante y equipamiento con diferentes stats, hacen que Breakpoint se sienta, por momentos, un RPG de guerra.

Pero al sumar características de juegos con tonos y dinámicas muy diferentes, un poco se termina perdiendo la identidad de la franquicia. Con la historia, intenta mantenerse en un plano serio sobre la guerra y las consecuencias de estos conflictos en los propios soldados. Con la participación de Jon Bernthal, es de los aspectos más interesantes y mejor llevados del juego.

Pero después, cuando vamos a realizar alguna misión o simplemente recorrer el enorme mapa de la ficticia isla de Auroa, casi que nos sentimos en medio de un Just Cause. Vehículos que no respetan las leyes de la física, un mapa gigante en el que constantemente te cruzás con enemigos y muchos bugs que, a veces, te obligan a reiniciar el juego.

Las intenciones del juego son buenas. Buenísimas. Nos propone una experiencia extremadamente completa que no nos hace pasar por un denso tutorial, sino que nos engancha desde el primer momento. Pero al tratar de darnos tanto, termina flaqueando y contradiciéndose a sí mismo.

Al igual que en Wildlands, podremos obtener puntos de experiencia y habilidades haciendo misiones secundarias y encontrando instrucciones para hacer nuevo equipamiento. Esto puede ser hackeando alguna computadora, encontrando documentos secretos o hablando con lugareños. Pero la sola función de los lugareños parece ser esa y en todas las ocasiones se siente muy extraño.

Tal vez nos infiltramos en un territorio enemigo y matamos a todos los malos que nos cruzamos, para después hablar con algún civil que nos da información importante. Esa persona que acaba de ver morir gente adelante suyo y no para de llorar y pedirnos por favor que nos vayamos. Salvo cuando le hablamos y nos dice todo lo que queríamos escuchar y después vuele a su estado de shock.

Es un videojuego, no esperamos que sea 100% realista, aunque el propio Breakpoint muchas veces quiere aparentarlo, pero esas cosas pueden sacarnos un poco de la experiencia tanto como un maldito bug.

En resumen, Ghost Recon Breakpoint no es para nada malo. De hecho, una vez se solucionen sus problemas de rendimiento y bugs, va a ser una experiencia genial. Sin embargo, no se siente como una mejora respecto del Wildlands, sino un pequeño retroceso en pos de caerle bien a todo público posible. ¿Te gusta el Assassin’s Creed? Probá el Breakpoint que tiene cosas que te van a gustar. Lo mismo con el Watch Dogs y, obviamente, el propio Ghost Recon, pero Breakpoint no parece terminar de decidirse por ninguno de ellos.

Colaboradora y editora de video. Si es un musical ella lo vio. Peli que miró más veces: Indiana Jones y El Templo de la perdición y La Novicia Rebelde.