Después de mucha expectativa, Jump Force está entre nosotros. El esperado crossover de peleas entre las más grandes franquicias de animé del planeta aterrizó en consolas y dividió las opiniones. Estuvimos jugando todo el fin de semana y venimos a contarte qué onda.
Jump Force deja mucho que desear, pero se siente increíble. Las expectativas estaban muy altas y el juego cumple con muchas cosas, pero resulta casi imposible no toparse con la gran cantidad de fallas que tiene a lo largo del camino.
Para empezar, el modo historia es muy simple. Lo cierto es que ningún fan estaba esperando una maravilla, pero se nota que está hecho sin ganas. Es casi imposible no pensar en otros juegos de Bandai Namco, especialmente Dragon Ball Xenoverse y Dragon Ball FighterZ cuando lo jugamos.
Por un lado, el FighterZ nos hizo pelear con infinidad de clones de personajes conocidos durante horas y horas para terminar el modo historia. La experiencia, en este caso, es muy similar. También tenemos la posibilidad de crear a nuestro propio personaje, como en Xenoverse, con un editor que tiene lo justo y necesario.
Inspirándose fuertemente en estos títulos, Jump Force nos ofrece muy pocas novedades. Las peleas pueden volverse monótonas muy rápido y el sistema de combate es extraño, aunque simple.
Por suerte, jugar contra oponentes desconocidos puede agregarle un poco de frescura a la experiencia, y hay que aclarar que el modo online funciona bastante mejor que en muchos otros casos.
Ya hay memes sobre la calidad de las animaciones del título, que no se comparan con las cinemáticas hechas para las partes importantes de la historia. Pero, de nuevo, no esperábamos demasiado en este aspecto.
Por mi lado, entiendo las críticas hechas al juego, pero me parece más importante valorar la experiencia. Volviendo a mencionar el Dragon Ball Xenoverse, se trata de un juego con un público muy pequeño que no se volvió masivo hasta que llegó la secuela, que mejoró en todo sentido la experiencia. Puede que suceda lo mismo el día que tengamos un Jump Force 2 y tengo mis esperanzas puestas en eso.
En cuanto a lo visual, es lo mejor que tiene el juego. Suena raro, pero es de lo más novedoso. Los ataques que vimos una y mil veces en el animé, acá tienen un gustito extra por estar recreados con gráficos realistas y cada ataque o habilidad que hacemos se ve impresionante, pero mínimamente diferente.
En resumen, es difícil recomendar pagar el precio entero del juego por una experiencia que parece haber olvidado algunos pasos en la producción. Hay cosas mal hechas y muchas realizadas así nomás. Cómo lo vivimos nosotros, es otra cosa y puede llegar a ser excelente, pero es necesario remarcar lo que hay que mejorar, para que la próxima tengamos algo mucho mejor pulido.
¿Estuviste jugando Jump Force?